El británico asegura que tienen "buena química", que se ríen "juntos", pero sin olvidar que "al final también somos competidores y lucharemos duro".

Después de un prometedor año de debut en el que se proclamó subcampeón del mundo, Hamilton afronta "más seguro" el año que muchos auguran como el de su consolidación, ya que "el conocimiento" que acumuló la pasada temporada le proporciona "una confianza mayor" para afrontar 2008.

Además, este año su escudería cuenta con el nuevo MP4-23, un coche "más fuerte que el del año pasado". El piloto es consciente de que en los test de pretemporada "todos los equipos están haciendo algo diferente", pero cree que hasta que no llegue la primera carrera de Melbourne "no conoceremos nuestro ritmo ni el de nuestros competidores".

Hamilton se muestra cauto respecto a una posible polarización del campeonato en torno a Ferrari y McLaren. "Tendremos que esperar y ver lo que pasa", dice, para luego afirmar que "McLaren ha sido mi casa durante mucho tiempo y era natural firmar un compromiso largo. Estoy seguro de que es lo que necesito para ser campeón del mundo. Aquí me siento extremadamente cómodo", concluyó.