Lewis Hamilton le ha dado este domingo un buen mordisco al Mundial de Fórmula 1 al ganar contra todo pronóstico el GP de Alemania arrancando desde el puesto 14 de la parrilla de salida.

El piloto británico protagonizó una espectacular remontada en el circuito de Hockenheim, pero la guinda a su brillante carrera la puso Sebastian Vettel, que se estrelló en la vuelta 52 cuando estaba rodando en primera posición y sufrió su primer abandono de la temporada.

Hamilton, que en ese momento ya era segundo en carrera, aprovechó el KO de su máximo rival por el título para situarse líder, una posición que ya no abandonó hasta cruzar la línea de meta.

Es la cuarta victoria del curso para Hamilton y con ella logra, además, arrebatarle el liderato del Mundial a Vettel. Ahora, el piloto británico manda en la clasificación, con 17 puntos de ventaja sobre Sebastian.

El GP de Alemania prometía ser una carrera sencilla para Vettel ante su afición. Arrancó desde la pole y apenas tuvo problemas para mantener la primera posición en la salida ya que Valtteri Bottas, segundo, no le creó problemas en los primeros metros.

Aunque Hamilton progresaba a una velocidad de vértigo desde atrás, Vettel rodaba cómodamente en cabeza hasta que el cielo empezó a complicarle las cosas. El radar de los equipos detectó lluvia y hacia la mitad de la carrera empezaron a caer gotas sobre el circuito de Hockenheim.

Fue una lluvia traicionera porque solo empapó algunos tramos del circuito, mientras que en otras zonas el asfalto permaneció completamente seco. Con esas condiciones tan variables, la pista se mostró realmente complicada para los pilotos y Vettel lo pagó al perder el control de su Ferrari en una zona encharcada.

El alemán se estrelló contra las protecciones del circuito y perdió una grandísima ocasión para ampliar su ventaja al frente del Mundial.

Valtteri Bottas, segundo, y Kimi Raikkonen, tercero, acompañaron a Hamilton en el podio. Doblete de Mercedes en Alemania.

Para Fernando Alonso este ha sido otro fin de semana para olvidar. Undécimo en parrilla, el asturiano llegó a rodar sexto al retrasar al máximo su primera parada en boxes con la esperanza de que llegara la lluvia para montar los intermedios, pero el agua se retrasó y tuvo que entrar cuando ya no le quedaba goma.

Al regresar a la pista, Fernando era decimoquinto y con pocas opciones de entrar en los puntos. Entonces, McLaren intentó otra arriesgada jugada: cuando empezaron a caer gotas sobre el circuito de Hockenheim, Alonso entró rápidamente en boxes a montar los intermedios, pero la apuesta volvió a salir mal.

La lluvia no fue tan intensa como se esperaba y los intermedios no funcionaron, lo que obligó al español a volver a boxes para montar slicks. Su carrera ya estaba arruinada cuando en la última vuelta se retiró por un problema mecánico.

"Apostamos y salió mal. Cuando no tienes opción de entrar en los puntos, puedes arriesgar porque no tienes nada que perder", explicó Alonso.

Carlos Sainz, por su parte, tampoco pudo puntuar en Hockenheim. El madrileño, perjudicado por el coche de seguridad que provocó el accidente de Vettel, terminó duodécimo.

Carlos fue penalizado con 10 segundos por adelantar cuando el safety-car aún estaba en pista. "Creía que el Sauber era doblado y no era doblado. Le he intentado devolver la posición y no ha querido, así que he supuesto que tenía un problema", explicó.