El FC Barcelona llegó a Las Cármenes con los mismos puntos que el Granada y salió con menos. El equipo andaluz, recién ascendido, duerme este sábado como líder de LaLiga, en lo más alto de la clasificación de Primera División, tras superar de forma incontestable al cuadro de Ernesto Valverde, que aún no ha ganado fuera de casa: suma un punto sobre nueve.

El Granada se adelantó cuando apenas se había disputado un minuto de partido. Los jugadores del Barça reclamaron falta de Puertas a Lenglet. Junior, que debutaba como titular, cometió un error garrafal y abrió el camino del gol al propio Puertas. Su centro tropezó en Piqué y llegó a la cabeza de Azeez, que lo remachó sobre la línea.

El Granada se llevaba todos los duelos. El equipo de Diego Martínez, con las ideas muy claras, sabía dónde apretar al Barça e iba hacia delante sin miedo. Los azulgranas no tenían ritmo ni ideas. Ni creatividad ni trabajo defensivo. De Jong, mediocentro titular con Busquets mirando desde el banquillo, trataba de poner algo de orden entre un gris Rakitic y un negro Sergi Roberto. Apenas había noticias de Luis Suárez y Griezmann, perdido en la izquierda, no participaba.

El Barça se fue al descanso con un solo acercamiento con algo de peligro, un remate mordido de Suárez. Tras el descanso, Valverde dio entrada a Messi y Ansu Fati en lugar de Carles Pérez y Junior. Griezmann pasó a la derecha. Fati dio muestras de su peligro desde el primer momento, aportando desborde a un equipo plano. Pero el Granada también seguía acercándose con facilidad al área de Ter Stegen.

A media hora del final, Valverde agotó los cambios y dio entrada a Vidal. Nada más salir, el chileno cometió penalti por mano. Vadillo transformó engañando a Ter Stegen y Los Cármenes terminó de enloquecer, mientras los jugadores del Barça protestaban al árbitro. La imagen de un equipo perdido.