Los ultras del Génova italiano obligaron a parar el partido de su equipo en el minuto 53 después de que el técnico, Malesani, hiciera un cambio defensivo pese a que perdían por cuatro goles a cero.

Fue entonces cuando los ultras empezaron a amenazar a los jugadores de su equipo con el lanzamiento de bengalas y pidiéndoles que les entregaran las camisetas por entender que no las merecían.

El partido estuvo parado durante varios minutos, tiempo en el que el resto de los aficionados pitaron el comportamiento de estos hinchas.

Los jugadores del Génova se quitaron las camisetas, y se vieron lágrimas en los ojos de Giandomenicao ante la situación que estaba viviendo.