Quienes estuvieran en el García de la Mata de Madrid este fin de semana, vivieron uno de los finales más emocionantes de un partido de fútbol. Lo protagonizaron el Unión Adarve y el San Sebastián de los Reyes, en un choque correspondiente a la jornada 29 del grupo I de Segunda B.

Cuando se alcanzó el minuto 90, parecía que iba a ser un 1-0 sin mayor trascendencia. Sin embargo, todo se revolucionó en dos minutos. El Sanse remontó hasta poner el marcador en 1-2, cuando el Adarve cogió el balón para intentar la última jugada del partido.

En el ataque, un centro largo de Jordi llega a las manos del portero Jack Ruddy, que se dispone a sacar. De manera incomprensible, suelta el balón muy corto mientras detrás tenía a un jugador del Adarve, que le arrebata la pelota y el cancerbero no tiene otro remedio que tirarse al suelo para quitársela, aunque derribándole.

El clamoroso fallo del portero había provocado un penalti en el minuto 93 que podría haber supuesto el empate para el Adarve... si el propio Ruddy no se hubiera encargado de resarcir su error con una espectacular parada al disparo desde los once metros. El SanSe salvó la victoria por 1-2, lo que les permite mantenerse tercero en la tabla de clasificación, mientras el Adarve roza los puestos peligrosos en la 17ª plaza.