África ya tiene nuevo campeón continental de clubes, y no es el que partía como gran favorito tras el partido de ida. El Esperance de Túnez consiguió una épica remontada en el partido de vuelta frente al Al Ahly egipcio, que llegaba con un 3-1 de la ida y que recibió en el estadio Rades un contundente 3-0, gracias a los goles de Bguir (que marcó dos) y Anice Badri, que marcó en el 86 para culminar la heroicidad.

Aparte de lo visto en el campo, el partido quedó marcado por los incidentes previos. El autobús del Al Ahly fue atacado por radicales tunecinos, que lanzaron piedras y diversos objetos contra el vehículo. Uno de los jugadores, el centrocampista Hesham Mohamed, resultó herido y no pudo disputar el partido.

Dichos incidentes también provocaron que el partido comenzase con algo de retraso, ya que las fuerzas de seguridad de Túnez no permitieron el paso ni a periodistas ni a aficionados hasta que se calmaron los ánimos. El ejército desplegó helicópteros, incluso, para sofocar las posibles revueltas.

El equipo tunecino es el segundo del país norafricano que llega al Mundial de Clubes, tras el Etoile de Sahel en 2007, y se podría encontrar con el Real Madrid en el torneo que se juega en Emiratos Árabes Unidos del 12 al 22 de diciembre. Para ello tendrán que pasar, primero, contra el ganador del partido entre el Al Ain (campeón de la liga del país anfitrión) y el Wellington de Nueva Zelanda, que ganó la confederación de Oceanía y puso fin al reinado del Auckland City.

La alegría de Túnez fue total, como demuestran algunos vídeos que se están compartiendo desde las calles de diversas ciudades del país.