Fernando Alonso se ha sentado por primera vez al volante del Toyota Hilux, el coche con el que Nasser Al-Attiyah se proclamó campeón del último Dakar. Alonso contactó con el catarí y le transmitió su interés por realizar una prueba. Durante los últimos dos meses se han sucedido los contactos entre Alonso y el equipo, que se concretan ahora en un ensayo que ha tenido lugar en Sudáfrica, sede de la estructura oficial con la que la Toyota compite en el Dakar.

El escenario ha sido un área de pruebas privada que suele emplear el equipo Toyota Gazoo Sudáfrica, donde Alonso ha podido experimentar en un terreno bien distinto a los circuitos a los que está acostumbrado. Para empezar, el asturiano tuvo que adaptarse, por ejemplo, a una nueva forma de coger el volante, más arriba que en sus monoplazas. Para este test contó con la ayuda del piloto local Giniel de Villiers, ganador del Dakar en 2009.

Mediada la jornada del miércoles, desde Toyota confirmaron las buenas sensaciones de Alonso.

Esto no significa que Alonso vaya a correr el Dakar de forma inminente. Aunque el piloto se adaptase bien y se sintiera cómodo, aún quedaría mucho que negociar con Toyota. De hecho, cuando se le ha preguntado, el asturiano ha rebajado las expectativas de manera muy clara: "No tengo nada decidido ni nada pensado sobre eso. Quizá pruebe el coche como probé el de la NASCAR, la MotoGP, como pruebo todo lo que puedo porque me gusta, pero luego a la hora de decidirse a correr algo con mucho prestigio y mucha dificultad tienes que estar seguro de poder hacerlo bien y de eso no estoy ni mucho menos seguro a día de hoy".