Los sueños pueden alargarse lo que uno quiera. Eso debe ser lo que ha interiorizado el Mirandés esta temporada, equipo que milita en la Segunda división B y que volvió a acariciar una nueva noche de gloria en la Copa del Rey, en la ida de cuartos de final, con una ventaja de dos tantos en Cornellà el Prat que se fue al traste en los últimos cinco minutos con tres tantos consecutivos del Espanyol (3-2). En una semana, el desenlace onírico en el Municipal de Anduva.

La temporada del equipo burgalés sigue siendo sobresaliente. Solo ha perdido un partido en la Liga y, en la Copa, ya ha dado cuenta de dos Primeras (Villarreal y Racing), además de tener otro a tiro. Moral y talento al alcance de cualquier equipo, más allá de cachés y categorías.

Orden, equilibrio y una increíble precisión. Así arrancaron los de Carlos Pouso, buscando el balón y sabiendo aguantar dos arreones de Romaric y Forlín. Fueron minutos de incertidumbre, en los que incluso pudieron situarse por delante, si Mateu Lahoz hubiera visto un posible penalti sobre Alain en el área del Espanyol.

El Mirandés ya había madurado para entonces y se atrevía a generar peligro por las bandas. Era un amenaza real. Solo le faltaba remachar la faena con un tanto que llegó al filo de la media hora, cuando Alain Arroyo aprovechó un error de concentración en la defensa rival para poner patas arriba el feudo 'perico' con un disparo cruzado.

La situación se complicaba más aún para los de Pochettino con la lesión de Álvaro Vázquez, que dejaba su sitio a Albín antes del descanso.

Cambiaron los papeles en la reanudación, aunque el resultado no se movió de primeras. Romaric mandó un balón al palo y el Mirandés trataba de recuperar terreno sin demasiada alegría.

Por entonces, el árbitro tampoco señalaba otra caída dentro del área de Pablo Infante, ante un posible agarrón de un defensor, mientras el Espanyol crecía por medio de Thievy y Verdú.

No había dominio claro y se produjo el segundo error local, obra de Amat. El central perdía un balón incomprensible en un regate al borde de su área, en el 78, y el balón llegaba regalado a Infante. El extremo, goleador de Copa, no tembló para brindar una magnífica vaselina por encima de Casilla (0-2).

Y cuando el sueño parecía realizado y los aficionados locales ya abandonaban resignados el estadio, se produjo la reacción inesperada del Espanyol con tres tantos consecutivos (minutos 85, 87 y 89). Primero fue Weiss, después Rui Fonte tras una gran jugada de Romaric y finalmente Verdú. Emoción y goles, pero cuidado: el Mirandés está a un tanto del pase.

3 - Espanyol: Kiko Casilla; Javi López, Jordi Amat, Héctor Moreno, Dídac Vilà (Rui Fonte, min.68); Forlín (Baena, min.76), Romaric; Weiss, Verdú, Thievy y Álvaro (Albín, min.39).

2 - Mirandés: Nauzet; Garmendia, Caneda, Álvaro Corral, Raúl García; Mikel Martins, Mújika (Lambarri, min.68); Iribas, Muneta (Garro, min.64), Pablo Infante y Alain Arroyo (Aitor, min.76).

Goles: 0-1, min.28: Alain Arroyo; 0-2, min.78: Pablo Infante; 1-2, min.84: Weiss; 2-2, min.87: Rui Fonte; 3-2, min.90: Verdú.

Árbitro: Mateu Lahoz (comité valenciano). Amonestó a Mikel Martins (min.40) y Forlín (min.71).

Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de Cornellá-El Prat ante 18.408 espectadores.