La carta de los ciclistas que componen la plantilla, excepción hecha de Riccò y el también despedido Leonardo Piepoli, está dirigida a los diferentes patrocinadores del conjunto.

En la misiva los corredores firmantes ratifican que tanto los técnicos como los médicos desde que están en el conjunto siempre han apostado por un "ciclismo limpio y creíble, lo que ha sido el eje central de todas las reuniones del equipo". Del mismo modo, recuerdan "la importancia de la dimensión humana y la ética de este deporte por encima de los resultados meramente deportivos".

En otro párrafo los corredores destacan: "No toleramos, y condenamos enérgicamente la elección de algunos corredores que han buscado el dopaje para conseguir la victoria. Del mismo modo, no queremos que esto manche la reputación, hasta ahora intachable , de nosotros los corredores y de los dirigentes del Saunier Duval Scott".

"No queremos pagar los errores de otros y continuamos esperan la confianza de una sociedad que hasta hoy ha creído siempre en nosotros -prosigue-, inculcándonos cada día la imagen de seriedad y honestidad que siempre hemos dado. No queremos mirar hacía otro lado ante los hechos acontecidos. Quien ha hecho trampas es justo que pague por ello. Pero, por el contrario, pedimos que se proteja a quienes luchamos honestamente por el honor del equipo".