El Real Madrid llega convulso y desorientado al clásico contra el Atlético.

Inmerso en una crisis deportiva e institucional de enormes proporciones, por primera vez en muchos años no afronta el choque contra sus vecinos en posición de favoritos.

El Atlético lleva seis victorias consecutivas en la Liga, su mejor racha desde la temporada 91-92.

Confiados, seguros y cargados de moral, los jugadores del Atlético transmiten un mensaje optimista: pueden ganar en el Bernabéu.

Así lo afirma su entrenador, Pepe Murcia, que apuesta por un 0-2.

Los jugadores rojiblancos se han contagiado del entusiasmo y creen en la victoria.

Su juego en las últimas semanas les avala.

En el Madrid el estado anímico es tan depresivo, que el nuevo presidente, Fernando Martín, se ha reunido este viernes con los jugadorespor segunda vez en 24 horas para arengarlos.

Incluso el técnico del Real Madrid, Juan López Caro, ha mostrado su malestar por el victimismo que se ha apoderado del club.

Los rumores de que no va a seguir el año que viene también le ha molestado.

La marcha de Florentino ha provocado tal caos que en el Madrid se habla de todo menos de fútbol.

El Atlético, sin Maxi e Ibagaza

En el plano deportivo, la noticia es la exclusión de Ronaldo por decisión exclusivamente técnica.

Un duro golpe para el brasileño, que se encuentra en una alarmante baja forma.

Habrá que ver cómo se lo toma. Esta decisión más bien parece una sentencia o una invitación a dejar el club a final de temporada.

El Atlético tiene dos bajas significativas: Maxi e Ibagaza. Pero la moral de los rojiblancos es tan alta que ni eso les preocupa.

Ninguno de los jugadores del Atlético conoce la victoria en el Santiago Bernabéu con la camiseta rojiblanca. Saben que están ante su gran oportunidad, especialmente Fernando Torres, que nunca ha marcado un gol al Real Madrid.

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