El España-Bosnia con el que la selección española puso fin al agridulce 2018 sirvió de homenaje a David Silva. El canario, que abandonó el conjunto nacional tras el Mundial de Rusia, recibió el cariño de su público y llegó a emocionarse cuando Luis Rubiales le entregó la camiseta conmemorativa de sus 125 partidos con la Roja.
Y no es para menos. Silva salió con su hijo Mateo en brazos, que ha sido el centro del universo desde que nació. El pequeño, que apareció ataviado con una camiseta de España y una boina para cubrir su cabeza, se ganó las miradas de todos los presentes, e incluso hizo que al futbolista del Manchester City le asomasen algunas lágrimas.
Especialmente cariñoso con Silva y Mateo estuvo Dzeko. El capitán bosnio conoce bien al español, ya que coincidieron en el conjunto del Ettihad Stadium, y cuando se acercó al centro del campo para hacer el saque de honor, le hizo unas carantoñas al pequeño y le dio un afectuoso saludo a su amigo.
Este homenaje no será el último que reciba un jugador de la época gloriosa de la selección española. Según anunció Rubiales, "la Federación quiere dar un homenaje a todos los jugadores que participaron en la mejor etapa de España" y en el futuro habrá sendas muestras de cariño hacia "Iniesta, Torres, Puyol y otros".
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios