Hace siete meses, el 31 de julio de 2009, Concha Montaner dio a luz a su niña, Alba. Hasta noviembre no empezó a saltar y "aunque, todavía no estaba del todo recuperada del parto", el último día de febrero se coronó por séptima vez campeona de España de longitud en pista cubierta, con una marca de 6,39 metros. "Después de un año y medio parada me vi bien, incluso esperaba saltar más".

La vuelta de mamá Concha a la competición ha sido sin prisas. "Si un día me dolía algo, no entrenaba. Con el embarazo me cambió todo el cuerpo y al volver a entrenar me dolían las articulaciones por el peso, había perdido potencia muscular y no sabía ni correr. Pero el cuerpo es sabio y recuerda rápido lo que tenía aprendido. Mi objetivo es estar al 100% para los Europeos de Barcelona en julio".

Para Concha no ha sido un hándicap tener un bebé en casa: "Por ahora está siendo más fácil de lo que pensaba. Alba se porta muy bien. Duerme mucho y se entretiene con cualquier cosa. Hemos tenido suerte –Montaner tiene en mente a su marido, Venancio José Murcia, ex plusmarquista español de 100 metros–".

El atletismo parece vivir su particular baby boom. Natalia Rodríguez y Nuria Fernández también han sido madres. "Nos preguntamos por nuestros niños y por nuestra recuperación. Familia y deporte".

Después de Río, a por el segundo

La llegada de Alba fue una sorpresa para Concha Montaner y su marido, Venancio José Murcia. "No lo planeamos y no lo estábamos buscando. Simplemente, me quedé embarazada", comenta la atleta valenciana de 29 años.

Montaner siente, de nuevo, el cosquilleo de la alta competición y no se plantea la retirada a corto plazo: "Quiero llegar hasta Río 2016. Después lo dejo". ¿Y un segundo hijo? "Hasta que no me retire, nada".