Diversas plataformas de aficionados del Real Betis Balompié han convocado este lunes en las redes sociales una concentración ante la grada de preferencia del estadio Benito Villamarín para homenajear al futbolista Miki Roqué, fallecido ayer a los 23 años víctima de un cáncer.

La cita es a partir de las 20.00 horas de esta tarde en la denominada puerta de cristales del Benito Villamarín, y numerosas peñas del Real Betis han confirmado la asistencia de sus miembros, así como muchos hinchas del Sevilla que desean aparcar la rivalidad en estos momentos de dolor.

Desde anoche, cientos de béticos se han acercado de forma anónima hasta la entrada principal del estadio para colocar fotografías, ramos de flores, velas y símbolos del club.

El presidente del Real Betis Balompié, Miguel Guillén; el técnico Pepe Mel; el presidente de la Fundación Betis, Rafael Gordillo, el admnistrador José Antonio Bosch, y los médicos del club béticos han viajado a Barcelona para asistir al funeral del jugador.

Los restos mortales de Miguel Roqué Farrero serán trasladados en las próximas horas al tanatorio de su localidad natal, Tremp (Lérida), donde se abrirá la capilla ardiente.

El funeral por el joven futbolista se celebrará el martes en la localidad natal, mientras que el club verdiblanco tiene previsto realizar, el próximo lunes, una misa en la capital andaluza en un templo y hora aún por determinar, ha dicho a EFE un portavoz de la entidad verdiblanca.

Miki Roqué nació en la localidad leridana de Tremp y se formó en las categorías inferiores de la UE Lleida, pero en edad juvenil fue reclutado por el Liverpool, en cuyo primer equipo debutó con 17 años en un partido de Liga de Campeones.

Después de sucesivas cesiones al Oldham Athletic, al Xerez y al Cartagena, Roqué fichó por el Betis en 2009 y militó durante dos temporadas en el filial, hasta que el entrenador bético, Pepe Mel, lo hizo debutar con el primer equipo, en Segunda, en octubre de 2010.

Este año, tras asistir el pasado 14 de enero a un acto de homenaje a los doctores que le intervinieron, coincidiendo con la visita del Betis al Campo Nou, el joven catalán ha perdido el partido más importante de su vida y, tras más de un año luchando por superar un cáncer, ha fallecido.