Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, el mismo que suspiró durante varias campañas con el fichaje del entrenador italiano, por el que llegó a pagar unos 5 millones de euros para romper su contrato con el PSG francés, confirmó este lunes la salida de Carlo Ancelotti del club una temporada antes de las firmadas. Florentino, eso sí, pura semántica, no hablo de despido o de destitución, sino de "relevar".

Una decisión virtual desde hace varios días pero concretada desde la tarde de este lunes, cuando la junta directiva del Real Madrid se reunió para abordar la cuestión. La medida es contraria a la opinión de los pesos pesados del vestuario blanco, así como de un gran sector de la afición. Y para justificarla, Pérez apeló a la exigencia constante y permanente ligada al club. ¿Qué salió mal? "No lo sé. Pero después de dos años, la exigencia del Madrid es de tal naturaleza que queremos dar un impulso nuevo", indicó el dirigente.

El ya extécnico del conjunto blanco, que ha esbozado en su entorno que se tomará un año sabático, deja la entidad del Bernabéu tras dos temporadas: en la primera conquistó la décima Champions y la Copa del Rey, logros que le valieron todos los parabienes; en la segunda, más allá de la Supercopa de Europa y el Mundialito de Clubes, la eliminación en las semifinales de la Champions a manos de la Juventus de Turín, la eliminación copera en los octavos de final ante el Atlético y la falta de opciones reales de disputarle el título liguero al Barcelona le han pasado una factura adicional a ciertas decisiones técnicas acaso más cuestionadas en los despachos que en los graderíos.

Sobre el momento en el que se optó por relevar a Ancelotti de su cargo, este lunes el máximo dirigente del Madrid explicó: "Nosotros hacemos esta reflexión siempre, todos los años, después de que termine la temporada. Ha sido una decisión analizada durante todo el año, pero tomada en la última semana. Yo he estado antes de venir aquí con Ancelotti. He estado hablando con él; es un señor, un caballero, lo ha entendido y deja unas buenas relaciones con todos nosotros".

Pérez, serio, incómodo a ratos, negó haber informado a los jugadores ("acabamos de tomar la decisión y tendremos ocasiones de comentárselo y hablarlo con ellos") y, salvó por una concesión a que "sería muy bueno que hablara castellano", también esquivó la cuestión del sustituto ("déjelo para la semana que viene, ya se lo comentaremos"), la misma que había apuntalado durante su breve explicación de la iniciativa: "La próxima semana daremos a conocer el nombre del nuevo entrenador del Real Madrid". Las quinielas llevan un tiempo circulando, pero en muchas aparece Rafa Benítez, técnico del Nápoles.

"Hemos analizado todo desde todos los puntos de vista. Pero como hemos dicho antes, este puesto [en referencia al suyo] no es fácil, ni el de mis compañeros de la junta tampoco. Y si creemos que necesitamos ese nuevo impulso, tenemos la responsabilidad de hacerlo", indicó un Pérez que también relativizó en dos ocasiones las muestras de apoyo recibidas ya por el éxtécnico. Primero, quitándole transcendencia a los apoyos dentro de la plantilla: "Los jugadores, los que se han pronunciado, han manifestado el cariño que le tienen, que es el mismo que tengo yo o los aficionados". Después, señalando a otras realidades futbolísticas: "Hoy he leído que en el Madrid ha habido muchos entrenadores, les animo a que miren lo que pasó en otros clubes durante estos años".

"No hemos venido al Real Madrid a tomar decisiones fáciles", indicó en los primeros momentos de su intervención un Florentino Pérez que después, en el turno de preguntas, no quiso entrar en detalles sobre qué ha fallado para llegar a tomar esta decisión. El presidente blanco también comprendió las muestras de afecto nacidas en la plantilla: "No solo no me molestan, si no que me parecen correctas, me parecen un gesto de afecto y cariño hacia su entrenador de los jugadores".

Cuando se le inquirió sobre algún tipo de comentario al técnico, bien para consultarle o bien para corregirle, el presidente del Real Madrid aprovechó la coyuntura para negar la tan comentada influencia de sus criterios en las decisiones técnicas: "Yo durante la temporada he tenido una relación personal buena, pero nunca de carácter técnico. He sido incapaz nunca de decirle a un entrenador que alinee a un jugador". Pérez, en su intervención, también rehuso la existencia de uan culpabilidad concreta: "Nunca hay un culpable. Como yo digo siempre, el puesto de entrenador está sujeto siempre a sufrir un deterioro". La decisión estaba clara. Ya lo dijo en su intervención inicial: "No ha sido una decisión fácil pero es momento de dar un nuevo impulso al equipo para conquistar nuevos títulos".

Ancelotti, el caballero, aportó tras el anunció una frase de despedida en su cuenta en una red social: "Me quedo con el recuerdo de dos años fantásticos en el Real Madrid. Gracias al club, a esta afición y a mis jugadores. Hala Madrid".