El ciclista belga Tom Boonen pidió hoy disculpas por haber dado positivo en un control fuera de la competición con cocaína. "No soy perfecto", señaló el campeón del mundo en 2005, en un breve comunicado donde reconoció los hechos.

"Lo más fácil que se puede hacer cuando alguien hace algo mal es abandonarle, pero Tom ha significado mucho para el equipo en los últimos años y esperamos que también lo signifique en el futuro", explicó Patrick Lefevre, director del equipo Quick Step.

Lefevre, de hecho, confirmó que Boonen seguirá ligado a su equipo "los próximos tres años". El ciclista no recibirá ninguna sanción deportiva, ya que el código mundial antidopaje no prohíbe el consumo de cocaína fuera de las competiciones. Pero no se librará de una buena multa (entre los 10.000 y los 100.000 euros) y se expone a acabar una temporada en prisión (entre tres meses y cinco años), una posibilidad real según el ordenamiento jurídico belga.

Pero su nombre, manchado, sí puede implicarle vetos, tan de moda entre los organizadores en estos tiempos presentes.

La Vuelta a Suiza, la siguiente carrera en la que iba a participar, vetó su presencia. Y lo mismo h¡zo el Tour de Francia, como mínimo para este año, "porque su presencia sería un atentado contra la integridad de la carrera y del resto de los corredores", según fuentes de la organización.