Beitia, séptima en la final de salto de altura

La cántabra Ruth Beitia agotó las opciones de medalla españolas en la penúltima jornada de atletismo al clasificarse séptima en la final de altura
con una marca de 1,96. El 1,99 resultó una barrera insuperable para la plusmarquista española, que hasta ese punto no había fallado un solo salto, superando sucesivamente 1,85, 1,89, 1,93 y 1,96.

Beitia compitió con un brazalete negro en el brazo izquierdo en señal de luto por las víctimas del accidente de Barajas, en contra de las directrices del Comité Olímpico Internacional.

La atleta cántabra aspiraba a conseguir en Pekín su primer gran éxito mundial al aire libre. Con 29 años, tiene una medalla de bronce en los Mundiales en pista cubierta de Moscú 2006. El año pasado fue sexta en los campeonatos del mundo de Osaka y en su única experiencia olímpica, Atenas 2004, se quedó fuera de la final.

"Estaba saltando muy bien y de sensaciones igual que en la calificación, pero no ha salido ese 99", afirmó Beitia, quien se lamentó: "Se me fue la oportunidad". "Sabía que ahora estaba al 100 por cien y que esta era mi oportunidad más clara, después lo que pueda pasar no lo sé. No ha salido, no lo he demostrado, no sé como decirlo. No estoy decepcionada. En Osaka igual no peleé los tres últimos (saltos), pero aquí he peleado toda la competición", señaló.

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