Turquía descendió a la Liga C de la Nations League, después de perder con Suecia 0-1. El autor del gol fue Granqvist, que además de ser el héroe de su país, se convirtió en enemigo público de los otomanos... aunque no tanto como el colegiado del encuentro, el rumano István Kovács.
El árbitro pitó penalti en el minuto 71 cuando Marcus Berg cayó en el área. Granqvist anotó, y dio la victoria a los nórdicos. Hasta aquí, nada extraño. El problema llegó cuando Berg salió ante los medios y confesó una charla que tuvo con Kovács.
"En el descanso fui a hablar con el árbitro para protestarle un penalti que me hicieron y que no señaló. Nos sentamos en el vestuario, le hice ver mi punto de vista y me hizo una promesa: 'Voy a ver las imágenes y si compruebo que he fallado en la acción que reclamas, te concederé dos penaltis en la segunda parte", aseguró el futbolista en el diario 'Aftonbladet' sueco.
Las palabras de Berg han levantado una enorme polvareda en Turquía. Desde el país otomano están dispuestos a elevar la protesta a la UEFA, e incluso impugnar el partido si así lo consideran.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios