Carmelo Peña se convirtió en el triste protagonista en el mundo del fútbol desde el mismo instante que decidió lanzar la botella que impactó en la cara de Armando , portero del Athletic, durante la disputa en el Ruiz de Lopera del Betis-Athletic de Bilbao.

Su acción supuso el cierre del estadio verdiblanco . Ahora se muestra arrepentido de lo que hizo y pide perdón en el diario Marca.

Dice que no es "socio del Betis" y ese día acudió al estadio pero "no llevaba la botella, me la encontré allí".

Carmelo no se explica por qué lanzó la botella. "Me lo pregunto todas las noches. En la cama le doy vueltas y vueltas y no sé explicármelo a mi mismo".

Pero alega que el destino de la botella no era Armando. "No pensé en ningún momento en hacerle daño a ninguna persona. Yo la tiré como todo el mundo que tira una botella al campo. Jamás pensé en darle a nadie. Cuando vi que le dí se me vino el mundo encima. ¡Qué he hecho, Dios mío?, fue lo que dije".

Dice que su vida ahora es "muy mala" y asegura tener "mucho miedo de lo que se me pueda venir encima".

Para concluir, asegura que no debe volver a un campo de fútbol. "Sé que merezco no volver a entrar en un campo de fútbol. Creo que ese debe ser mi castigo. El Betis no merece ninguna sanción".