Una de las tapadas del Grupo A en la Eurocopa de Alemania 2024 es Escocia. Aunque nunca ha superado la fase de grupos en un torneo internacional, en esta ocasión llega al campeonato tras un periodo de clasificación con cinco victorias, dos empates y una sola derrota en un grupo en el que también estaba España.

Lo mejor y lo peor de la selección de Escocia

El combinado entrenado por Steve Clarke destaca por aprovechar las acciones a balón parado y el juego directo. A esta habilidad se une la importancia de jugadores como Andy Robertson, Scott McTominay y la joven joya Billy Gilmour, indiscutible en el Brighton. Sus actuaciones serán trascendentales para el devenir de la selección escocesa, que todavía no sabe lo que es pasar a una eliminatoria de un torneo internacional y pueden perseguirle los fantasmas del pasado en su intento de dar la campanada en Alemania.

Robertson, la gran estrella de Escocia

Uno de los hombres más importantes en el combinado escocés es Andy Robertson. El futbolista lateral se ha convertido en los últimos años en un referente en su posición de la mano del Liverpool, equipo de la Premier League con el que ha conquistado ocho títulos, entre ellos la Champions en 2019. Lleva ya tiempo siendo la gran referencia de esta Escocia y es una de sus principales estrellas.

La selección escocesa y su palmarés

La selección escocesa no cuenta con títulos organizados por FIFA o UEFA, solo ha sido campeón de varios torneos de carácter amistoso. De hecho, nunca ha pasado de la fase de grupos y su primer objetivo en esta Eurocopa de Alemania es quedar entre los dos primeros del Grupo A, en el que compite contra la anfitriona, Hungría y Suiza

Así ha sido la fase de clasificación para la Eurocopa

Escocia tuvo una fase de clasificación destacada para la Eurocopa 2024, terminando en la segunda posición del Grupo A con 17 puntos en 8 partidos. El equipo escocés obtuvo 5 victorias, 2 empates y solo 1 derrota. Entre sus resultados más notables están la victoria por 2-0 sobre España y el triunfo 2-1 contra Noruega, donde mostraron una gran capacidad de recuperación y resiliencia en el juego.

Dirigido por Steve Clarke, Escocia combinó solidez defensiva con un ataque eficiente, anotando 17 goles y permitiendo solo 8. Jugadores clave como Scott McTominay y John McGinn fueron fundamentales, no solo en el medio campo, sino también contribuyendo con goles importantes. En defensa, la presencia de Andy Robertson y Kieran Tierney proporcionó estabilidad y liderazgo, lo que fue crucial en sus partidos más complicados.