Fernando Alonso vivió este sábado la peor sesión clasificatoria desde que pilota a los mandos del Aston Martin, un sábado frustrado por un error en los libres que le obligaría a retirarse en la Q1. Saldrá último en la carrera de en un fin de semana en el que la llegada de mejoras ilusionaba, pero que ha terminado por convertirse en un infierno para olvidar, tal y como analizó el propio Alonso en zona mixta.
"Me faltaron las prácticas", reconoció el bicampeón mundial tras la sesión clasificatoria. "Hemos decidido poner gasolina para toda la Q1 e ir poco a poco haciendo paradas", dijo sobre una estrategia que le permitió hacer un séptimo puesto con el coche cargado de peso por ese depósito lleno.
La idea era ir ganando velocidad con el paso de las vueltas, que además harían mejorar la pista, pero una salida del trazado acabó con todo. Alonso entraría de nuevo al garaje para cambiar las ruedas y buscar el pase a Q2 con neumáticos blandos, algo que finalmente no consiguió.
"Me dijeron que parase porque me dijeron que veían algo en el coche", aseveró sobre una retirada que le coloca en decimonovena posición de la parrilla de salida, solo por delante de Sargeant, en un circuito con pocas opciones de adelantamiento y una sola parada.
Sabe que la carrera será muy dura, y así lo expresó en una desoladora comparecencia en zona mixta: "No espero nada, acabar la carrera e irme a casa y pensar en Mónaco (siguiente Gran Premio del Mundial). Este es el segundo circuito más difícil de adelantar solo por detrás de Mónaco. Singapur es más fácil, eso lo dice todo. Se van a ver muy pocos o ningún adelantamiento, saliendo últimos va a ser una carrera difícil... es de esos fines de semana en los que sale todo al revés y hay que aceptarlo", zanjó.
El asturiano no vivía algo parecido con Aston Martin desde el pasado 2023, cuando también salió desde la penúltima plaza y acabó retirado por daños en el fondo plano en Estados Unidos.
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