Nueva victoria de Max Verstappen en el Gran Premio de China de Fórmula 1. El holandés dominó la prueba con puño de hierro y se deshace de toda posibilidad de una pelea por el mundial por parte de su compañero de equipo. 

Los pilotos españoles, Sainz y Alonso, han acabado en quinta y séptima posición respectivamente. El madrileño completa un fin de semana muy accidentado con una carrera tranquila, en la que no estuvo a la altura de Leclerc, aunque logró buenos puntos para el campeonato. 

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Fernando Alonso, por su parte, tuvo muchos problemas con la degradación, por lo que tuvo que optar por una estrategia de tres paradas. Tras perder las posiciones esperadas, el asturiano pudo ser séptimo, continuando con su racha de puntos en todas las carreras del presente campeonato. Además, el primera espada de Aston Martin logró la vuelta rápida. 

La carrera comenzó, de nuevo, con 'Magic' asaltado la segunda posición, igual que en el sprint. También, como en la carrera corta, el asturiano tuvo muchos problemas con la degradación y perdió posiciones. 

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Todos los neumáticos tenían vidas muy cortas, por lo que la estrategia se volvió un punto crucial. Mientras que lo lógico era realizar dos paradas en boxes, muchos intentaron aguantar con solo una, y otros fueron agresivos con tras pasos por el garaje. 

El abandono de Valtteri Bottas provocó la salida del primer Safety Car. En la relanzada, Stroll jugó a los bolos con Daniel Ricciardo, lo que, junto a un toque entre Magnussen y Tsunoda, provocó un segundo coche de seguridad. 

Las últimas vueltas fueron al ataque para Alonso, quien adelantó a cinco pilotos, incluidos Ocon y Hamilton, para acabar séptimo, logrando la vuelta rápida. El dominio de Verstappen fue absoluto, y nadie pudo toserle. Ni siquiera Norris, que solo realizó una parada para ser segundo y ser nombrado piloto del día.