Evan Ndicka, defensa central de la Roma, se desplomó este domingo en pleno partido entre Udinese y el equipo capitalino, por lo que el encuentro fue suspendido tras varios minutos de deliberación entre equipos y colegiado.

En el minuto 71 del partido, el joven marfileño se llevó la mano al pecho e hizo saltar todas las alarmas en el BlueEnergy Stadium de Údine. Rápidamente, tanto el árbitro como Daniele De Rossi, entrenador de la Roma, llamaron a las asistencias médicas, que entraron al campo con el desfibrilador.

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Los sanitarios acabaron trasladando al jugador africano en camilla, sin necesidad de reanimarle, pues aún mantenía la consciencia. De Rossi se negó a continuar el partido sin revisar él mismo el estado de su central. Acudió dentro del vestuario a comprobar la condición de Ndicka con el permiso del colegiado, tranquilizando después a los otros jugadores del combinado romano: "Está bien". 

A pesar de sus palabras, el italiano pidió la suspensión del partido, lo que fue comprendido y ejecutado por el árbitro. Tras un primer control en la sala médica del estadio, el jugador afectado fue trasladado al hospital Santa Maria della Misericordia de Údine sin perder en ningún momento la conciencia, informaron los medios locales.

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Algunos medios italianos achacan el episodio a un infarto, aunque aseguran que la vida del jugador no está bajo peligro. En su cuenta de X, la Roma ha mandado un mensaje de ánimo a su jugador: "El jugador está consciente y fue trasladado al hospital para ser examinado. ¡Vamos Evan, estamos todos contigo!"

Ndicka pasará la noche en el hospital, aunque se reporta que está fuera de peligro. Algunos integrantes de la entidad romana le han visitado en el centro médico, y ya han reemprendido su viaje a la capital.