Este miércoles conocíamos la peor de las noticias posibles respecto al judoca Javier Márquez: la Policía Nacional encontraba su cadáver en el río Ebro. El joven desapareció la madrugada del pasado 2 de marzo en Logroño y desde entonces se había desplegado un amplio operativo de búsqueda que ha terminado con el hallazgo de su cuerpo sin vida.
El joven llevaba más de cuatro años viviendo en Zaragoza para intentar convertirse en uno de los mejores judocas de España. Asimismo, Márquez pertenecía a la escuela de judo del Centro Natación Helios.
Javier Márquez llegó a la capital aragonesa con tan solo 16 años, y pertenecía a la primera promoción de un proyecto enfocado a impulsar la carrera de jóvenes que destacan en esta disciplina de las artes marciales. Este entrenaba a diario en Zaragoza de la mano de Sergio Doménech.
Asimismo, Márquez ya se había proclamado campeón en la categoría infantil -50 kg en algún torneo internacional. El chico era muy querido en la ciudad, así como por los miembros de la escuela de judo y su entrenador.
"Era solo un chaval y ello nos obligaba a estar más pendientes. Había dejado su casa en Santo Domingo (de la Calzada) para dedicarse a esto. Y su esfuerzo estaba dando resultados, porque competía a nivel nacional", contaba su entrenador al Heraldo.
"Solo puedo tener buenas palabras hacia él. Es un chico muy bueno, una persona muy sensible, un verdadero encanto", continúa diciendo Doménech. Además del judo, ahora se encontraba estudiando el grado de Trabajo Social en Zaragoza. Javier Márquez tenía tan solo 20 años y era natural de la localidad riojana de Santo Domingo de la Calzada.
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