La victoria de Carlos Alcaraz ante el alemán Zverev en cuartos de final de Indian Wells será recordada, amén del partidazo del murciano, por esas miles de abejas que, enamoradas de la 'Spidercam', irrumpieron al comienzo del partido y provocaron su suspensión temporal.

"Tengo que reconocer el miedo que las tengo", reconocería después del partido Alcaraz. Él fue la primera 'víctima' de las abejas, y tuvo que poner pies en polvorosa cuando el número de estos insectos empezó a poner en peligro su integridad. Después fueron el juez de silla, Zverev y los propios espectadores quienes tuvieron que marcharse.

No obstante, Alcaraz no salió ileso de su encuentro con las abejas, que le dejaron un recuerdo en forma de picotazo en la frente. Solo fue uno, pero pudieron ser muchos más y la fotografía que ilustra este texto da buena muestra de los efectos del aguijón: el tenista español tenía un 'chichón' de tamaño considerable.

Al final, el partido terminó jugándose gracias a la labor del 'susurrador de abejas, Lance Davis, que armado con un pequeño aspirador, calmó a los insectos y se llevó la ovación de la jornada.