El primer finalista de la Copa del Rey es el Mallorca. En un intenso partido en el Reale que pudo caer para cualquiera de los dos, fueron los penaltis los que decidieron, y en la tanda estuvieron más acertados los baleares, que regresan al partido que decide el título 21 años después.
La primera parte estuvo muy igualada, aunque fue el conjunto de Imanol Alguacil el que pudo haberse adelantado al borde del descanso. Antonio Raíllo tocó el balón con la mano y Gil Manzano señaló los once metros, pero Brais Méndez no lanzó bien el penalti –demasiado centrado– y Dominik Greif lo detuvo.
Tras el descanso, el que golpeó fue el Mallorca. Un gran centro desde la izquierda tras una gran combinación balear lo remató Gio González de cabeza llegando desde atrás para abrir el marcador.
La Real Sociedad se lanzó entonces al ataque, pero sin fortuna ante los de Javier Aguirre, que se defendieron con mucho orden. Sin embargo, un balón suelto en el centro del campo lo aprovechó Kubo, que filtró el pase para el recién incorporado Mikel Oyarzabal. En el área, el atacante guipuzcoano sacó la derecha –la pierna menos buena– para poner el empate.
El partido se fue a la prórroga, donde la Real acarició el tanto, pero sin suerte, con Samu Costa evitando el gol local sobre la línea de meta hasta en dos ocasiones.
Sin goles en el tiempo extra, los once metros decantaron la eliminatoria. Oyarzabal falló el primer lanzamiento y los jugadores del Mallorca hicieron pleno para llevar a su equipo a la gran final.
El rival de los bermellones saldrá de la eliminatoria entre Athletic y Atlético, que se decidirá el jueves en San Mamés (21.30 horas) y a la que los de Ernesto Valverde llegan con el 0-1 de ventaja que lograron hace tres semanas en el partido de ida disputado en el Metropolitano.
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