Quincy Promes, futbolista del Spartak de Moscú y exjugador del Sevilla, ha sido condenado a seis años de prisión por su implicación en el tráfico de más de 1.350 kilos de cocaína en dos cargamentos que viajaron desde Brasil hacia el puerto belga de Amberes en enero de 2020.
La fiscalía había solicitado nueve años de prisión para el exjugador del Ajax, de 32 años. El acusado decidió no participar en el proceso judicial debido a que, según su defensa, habría priorizado sus "obligaciones laborales".
Debido a esta falta de cooperación con la justicia, la policía nunca ha podido interrogarlo sobre los hechos que se le imputan y, por ello, el tribunal neerlandés lo ha declarado en rebeldía.
Asimismo, la fiscalía también ha condenado a Promes junto a otro sospechoso por "importar, exportar, transportar y poseer 1.350 kilos de cocaína oculta en un cargamento de sal marina procedente de Brasil", así como por haber "repartida droga en dos contenedores para moverla en barco por Escalda Occidental hasta el puerto de Amberes".
No obstante, Promes podría no ingresar en prisión al verse favorecido por encontrarse en Rusia, un país sin acuerdo de extradición con los Países Bajos.
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