El conflicto en Ferrari por el fichaje de Hamilton: de la "sorpresa" de Sainz a la información privilegiada de Leclerc

Leclerc y Sainz conversan tras un Gran Premio.
Leclerc y Sainz conversan tras un Gran Premio.
Getty Images
Leclerc y Sainz conversan tras un Gran Premio.

Ferrari ha presentado este martes su nuevo monoplaza para la próxima temporada, el SF-24. Un bólido especial para un año especial, sobre todo en el caso de un Carlos Sainz que afrontará este curso su última campaña como piloto de la Scuderia tras la renovación de Charles Leclerc y el fichaje por sorpresa del heptacampeón Lewis Hamilton.

Un movimiento que ha desplazado como daño colateral a Sainz de su asiento en el equipo más laureado de la parrilla, que lleva sin ganar desde 2008 y parece no confiar en la terna de pilotos que llevan con ellos casi un lustro. Así, Hamilton logrará cumplir un "sueño de la infancia" cuando se una a los de Maranello, poniendo fin a lo que habrán sido 12 temporadas con Mercedes y al propio sueño de Sainz, otro piloto español que no pudo triunfar con Ferrari.

Ni siquiera le avisaron de que había negociaciones en marcha para fichar al inglés, y le dejaron esperando la renovación tras anunciar la de su compañero monegasco apenas unos días antes. Fue la gota que colmó un vaso repleto de menosprecios y complacencia por parte de Ferrari hacia Sainz, al que nunca vieron como líder ni como verdadero rival de Leclerc, 'Il Predestinato', el niño favorito de la Scuderia, pese a que su rendimiento todos estos años fue muy parejo, en ocasiones superior. 

Quizá por eso, el piloto madrileño se ha mostrado algo quisquilloso al ofrecer sus primeras impresiones sobre el nuevo monoplaza, y después ha querido desvelar cómo vivió el anuncio del fichaje: "Fue un poco una sorpresa, tanto para mí como para todos en la Fórmula 1. Todos se sorprendieron de alguna manera con lo que pasó aunque, por mi parte, me enteré de la noticia un poco antes que los demás".

"Es cierto que he tenido algunas semanas para reflexionar y prepararme para el lanzamiento del coche y la primera carrera de la temporada. He tenido un poco de tiempo para digerirlo, sacar mis propias conclusiones y concentrarte en la temporada 2024 y la carrera que tengo por delante, aunque el hecho de que fuera una sorpresa para todo el mundo de la F1 no es ninguna novedad; también lo fue para mí", insistió Sainz, que aun no sabe (o no quiere comunicar) para quién correrá a partir de 2025.

Una situación que contrasta por completo con la de Leclerc, mimado hasta la saciedad en Ferrari. Muchas teorías señalaron nada más conocerse la llegada de Hamilton que esa situación podría cambiar, ponerle nervioso o dejar de recibir el apoyo y la atención que ha recibido hasta ahora... pero nada más lejos de la realidad. Si algo ha logrado el fichaje del piloto británico a sus 39 años es reforzar la posición del monegasco.

Puede que se sintiera amenazado y no es para menos, ya que competir con el piloto más laureado de todos los tiempos no es tarea sencilla. Sin embargo, al contrario que Sainz, a él no le ocultaron la negociación. De hecho, le hicieron partícipe de la misma y utilizaron el fichaje como herramienta para seducirle a renovar con el 'cavallino rampante'. Sin pensarlo demasiado, Leclerc accedió.

"Obviamente, este tipo de acuerdos no se cierran de la noche a la mañana, llevan tiempo. Yo estaba al tanto de esas conversaciones antes de firmar mi acuerdo", confesó el piloto nacido en Montecarlo al finalizar la presentación oficial del SF-24. 

"Lewis es un piloto increíble, el más exitoso de todos los tiempos. Tiene una enorme experiencia y la aportará al equipo y a mí. Hablo mucho con él, nos escribimos desde que se anunció la noticia" añadió un Leclerc entusiasmado con su futuro nuevo compañero, dejando claro que el año en Ferrari, con Sainz hastiado y molesto y con él probablemente más favorecido que nunca, promete emociones fuertes.

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