Un bronce mundial, plata europea... ¿Cómo valora este año en el que dan, quizás, un pasito atrás respecto al anterior?Realmente el año anterior, el 2022, fue 'un año de oro'. Ganamos la Copa del Mundo, llegamos al Mundial en esta distancia olímpica nueva (C2-500) y ganamos... fueron dos oros que nunca antes se habían conseguido en España. Este año, con el bronce en el Mundial, con el cuarto puesto de la Copa del Mundo y con el segundo puesto en el europeo, nos ha hecho ver que nos tenemos que apretar más para París.

Quizás la prueba más complicada del año fue justo el Mundial donde os quedáis con ese bronce, han pasado ya unos meses, pero, ¿le sigue viniendo a la cabeza esa final en la que se impusieron los alemanes?Sí, la verdad que sí. No te voy a mentir. Sigo viendo visualizando ahí esa prueba tan dura en la que los alemanes, pues, la verdad, consiguieron hacer algo que estaba un poco fuera de nuestro control. No pudimos hacer nada, pero nos va a venir bien seguir entrenando con esa regata final en mente.

¿Cómo es ahora mismo la preparación, el día a día en pleno ciclo olímpico, a meses del arranque de la competición?El día a día ahora consiste en tratar de llevar las cosas con la menor presión posible, sin nervios, porque es verdad que si te paras a pensar un poco en lo que se viene, en lo que se puede hacer y en lo que no se puede hacer, aparece la presión. La verdad que lo llevamos, tanto Pablo como yo, bastante bien y con bastante tranquilidad.

La dupla debe conectarse al máximo, ¿cómo ve a Pablo?Lo veo bien (risa irónica)... Hemos pasado los dos por momentos malos, pero tomamos esos momentos como oportunidades para hacernos más grandes y más fuertes.

Han triunfado en redes en los streaming del COE (Pariseando), muestran una relación casi de hermanos, ¿cómo se trabaja eso y cómo influye a la hora de competir?Realmente somos como una familia. Somos sevillanos los dos del mismo club, compartimos todo con la misma gente, somos los dos del Betis... (risas). Estamos muy unidos fuera del agua y es cierto que, aunque cada uno tiene luego su vida, cada vez que estamos juntos conectamos mucho y yo creo que eso ayuda a que después el barco vaya un poco más rápido en las regatas.

Son las estrellas de Pariseando, ¿harán algo juntos desde París?Sí, sí (risas). Seguro que algo montaremos...

Tokio fue su debut olímpico, pero daba la sensación de que la dupla estaba lista para lograr algo más en esa primera edición 
Sí, es verdad que ese fue nuestro primer año compitiendo internacionalmente y dimos una pequeña sorpresa Tokio. Después de aquello vemos que las cosas están saliendo muy bien, hemos conseguido un oro mundial, un bronce mundial... y queremos mucho más, somos una pareja con hambre.

¿Qué va a cambiar a nivel mental desde esa primera participación olímpica a la de este año?Va a cambiar la experiencia que tenemos, las lecciones que el camino nos ha ido dando. Ya sabemos que nos tenemos que preparar bien para el programa olímpico, que a lo mejor en Tokio pecamos un poco de llegar muertos a la final, y ya estamos trabajando de manera específica para llegar preparados a la semifinal y con fuerzas para disputar, tan solo dos horas después, la final.

¿Hay alguna dupla que asuste? ¿Quizás los alemanes tras el aviso del Mundial?Realmente la dupla alemana solo nos ha ganado esta vez... así que no hay miedo a nadie. Estamos tranquilos con nuestra dupla, sabemos que somos campeones del mundo y que cuando estamos en nuestra mejor forma las cosas salen muy bien.

¿Cuál es el resultado que les dejaría satisfechos? ¿Y el sueño?La verdad que el sueño... el sueño es que no hay techo, que si ya hemos llegado hasta aquí, si ya conseguimos clasificarnos para las olimpiadas de Tokio cuando nadie creía en nosotros, el sueño es una medalla de oro. ¿El objetivo? Somos ambiciosos, ese tercer puesto de este año en el Mundial nos ha hecho tener más hambre este año Olímpico y cuando estamos trabajando se nota, sentimos que nos han arrebatado algo que sentíamos que era nuestro, el N.º1, y ahora queremos volver ahí.

¿Se lleva algún amuleto a París?No, la verdad que no soy mucho de amuletos. Me llevo los recuerdos, los momentos por los que hemos pasado juntos, que es lo que más me llena y más fuerza me da. Lo que sí que me llevo a París es mi familia.

¿Hay alguna anécdota que se pueda contar de este camino a los Juegos o algún momento clave de esta?Como momento clave me quedo con el cuarto puesto este año en la Copa del Mundo. Veníamos ganar todo de oro en 2022 y de repente un cuarto puesto fue un poco 'palo', pero después supimos verlo de forma positiva y decir, 'estamos en los cuartos y eso que no nos ha salido del todo bien'.  Yo creo que fue un 'clic' en cuanto a actitud, ese momento del cuarto puesto nos dio fuerza para apretar en el Mundial y estoy seguro eso va a marcar un antes y un después también en los Juegos de este año.