Un entrenador de fútbol sala, juzgado tras ser acusado de agresión sexual a una menor

La Audiencia de Barcelona juzga a un entrenador de fútbol sala por presunta agresión sexual.
La Audiencia de Barcelona juzga a un entrenador de fútbol sala por presunta agresión sexual.
EUROPA PRESS
La Audiencia de Barcelona juzga a un entrenador de fútbol sala por presunta agresión sexual.

La Audiencia de Barcelona ha empezado a juzgar este lunes a un entrenador de fútbol sala de Llinars del Vallès (Barcelona), de 39 años, acusado de presuntamente agredir sexualmente a una menor de su club, que tenía 14 años.

La denunciante, que ahora tiene 21 años, ha explicado en el juicio que el hombre fue su entrenador desde que entró al club, con 13 años, y que entabló muy buena relación con él y su familia: su esposa, también entrenadora del club, y sus hijas, de edades similares a ella.

"Me empezó a tirar los tejos, decía que parecía mucho más mayor, que no aparentaba 13 años...", ha recordado sobre los primeros meses en los que lo conoció, y ha añadido que vio actitudes similares con otras jugadoras.

La joven ha declarado que cada vez tenían más cercanía y un día él la llevó en coche a un polígono y le dio un beso: "Le dije que no podía ser, tanto por mí como por su mujer. ¿Cómo vas a mirar a tu mujer? ¿Cómo la voy a mirar yo?", ha recordado.

Tras esa situación, ha contado que otro día la llevó en coche a un bosque, entre Llinars del Vallès y Sant Celoni (Barcelona); allí le preguntó si había tenido relaciones sexuales alguna vez, ella contestó que no y "le dio un poco igual, fue con más tacto pero le dio igual", y la agredió sexualmente.

Mensajes de Whatsapp

A partir de entonces intercambiaron mensajes de contenido sexual por Whatsapp, y la hermanastra de la menor las descubrió un día que la joven olvidó su móvil desbloqueado en el sofá de casa.

La hermana fotografió la conversación y alertó al padre de la menor, quien decidió presentar la denuncia que inició el caso y que ahora la joven suscribe.

La denunciante ha contado que tuvo miedo de explicar lo que había pasado, primero porque no quería que lo supiera su padre y después por miedo al acusado y a su familia, que la había amenazado.

"La madurez necesaria"

A preguntas de la defensa, la denunciante ha explicado que en ese momento consideró que fueron relaciones consentidas, pero que pasado al tiempo se ha dado cuenta de que era demasiado pequeña para consentir: "Si tu consideras que una niña de 15 años puede llegar a tener la madurez necesaria, yo en ese momento me lo creía, actualmente me doy cuenta de que no era así".

En este sentido, tanto su padre como su hermana han explicado que una vez la familia decidió denunciar al entrenador, la joven se alejó de ellos porque en ese momento consideraba que habían "roto su relación".

"Ella veía una cosa que no era hasta que pasaron los meses y al final dijo 'teníais razón'", ha explicado la hermana, que también ha afirmado que cree que la menor dejó su móvil desbloqueado expresamente para que se enterara y pudiera apoyarla.

Pide la absolución

Al inicio del juicio, el abogado que defiende al entrenador ha intentado anular la causa con varios argumentos, y entre otros ha esgrimido que las fotografías de la conversación entre víctima y acusado, que hizo la hermanastra, se consiguieron de forma ilícita porque ella no autorizó expresamente el acceso a su móvil.

La defensa también persigue la absolución argumentando que "la niña tenía la madurez suficiente para discernir que estaba prestando consentimiento", algo que el tribunal resolverá en la sentencia después de valorar todas las pruebas del juicio, que se reanudará el martes 20 de febrero. No obstante, la Fiscalía ha pedido 14 años y un día de cárcel por la presunta comisión de dos delitos de agresión sexual, uno de ellos con penetración. 

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