El Atlético de Madrid cayó este domingo frente a un Sevilla FC que ya lleva dos victorias consecutivas en primera división, alejándose así a seis puntos del descenso y certificando sus buenas sensaciones de los recientes partidos con uno de sus resultados más satisfactorios de la temporada, con 1-0 frente a los de Simeone.
El Sevilla no perdía un partido desde que cayera en cuartos de final de la Copa del Rey frente al mismo Atlético de Madrid, que cosecha su segunda derrota consecutiva tras la derrota frente al Athletic Club en el Metropolitano en la ida de las semifinales de la competición española del K.O.
Los de Quique Sánchez Flores dieron una alegría a su público casi cinco meses después y sumaron tres puntos de oro, por el rival y por la necesidad de alejar la zona de descenso, ahora a seis puntos. Mientras, el Atlético, que salvó un empate ante el Real Madrid la pasada semana, ve ahora a 13 puntos el liderato blanco y el Athletic Club puede pegarse a su cuarta plaza de Champions este lunes.
Pese a los motivos para temer la visita rojiblanca, al Sevilla no le tembló el pulso de inicio, con un Atlético en busca de la portería rival con Griezmann. El cuadro andaluz fue mejor y respondió vertical con el gol a los 15 minutos, después de una buena acción de Acuña. En el saque de esquina posterior, Isaac firmó el cabezazo en el segundo palo que puso el 1-0.
La reacción madrileña no se hizo esperar y Morata estrelló otro cabezazo en el poste. Sin embargo, Oblak empezó a tener más trabajo de lo habitual y salvó el segundo de Isaac. El canterano de Nervión, la sensación de su equipo en los últimos encuentro, tuvo otra al larguero, imparable por un Atlético que empezaba a perder cada duelo y que sufrió una noticia aún peor poco antes del descanso.
Morata, que había tenido un buen mano a mano para el empate, se vio muy tocado de la rodilla y salió medio llorando después de un mal gesto en una caída con Soumaré. El Cholo tuvo que rearmar al equipo en lo físico y lo anímico en el vestuario, con la entrada de Memphis y Molina, y a los pocos minutos de la reanudación rozó el 1-1 el Atlético, salvado bajo la línea por Navas.
El arreón rojiblanco fue con clara intención de marcar pero esta vez no estuvieron finos ni Memphis ni Griezmann, pese al recital de Rodrigo de Paul y a la entrada de más madera. Llegada la hora de encuentro, el Sevilla reaccionó y pudo sentenciar con Ocampos, anulado su gol por fuera de juego, y de nuevo con Isaac.
Correa y Riquelme fue la intentona final del Cholo, mientras Quique Sánchez Flores metió a Juanlu, Suso y Lamela. La gasolina del Atlético, con el intensivo de la Copa del Rey, bajó antes que la del Sevilla, y el Pizjuán defendió un triunfo vital sin excesivo sufrimiento para renacer con tiempo de evitar la quema.
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