La Super Bowl ya está aquí. Apenas quedan unas horas para que se juegue la cita más importante del fútbol americano. En esta final de la NFL entre Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers hay un protagonista inesperado que no compite en ninguno de los dos equipos. Se trata de Terry Killens, uno de los árbitros del encuentro.
El estadounidense forma parte del personal de oficiales que arbitrarán la Super Bowl LVIII y pasará a ser la primera persona en la historia en jugar y arbitrar en una final de la NFL.
Killens fue jugador de fútbol americano en el pasado, siendo elegido en la tercera ronda del draft de 1996 por los Houston Oilers. En sus siete años de carrera en la competición formó parte de tres franquicias.
La ya mencionada fue la primera, permaneciendo en ella desde el 96 hasta el año 2000. Fue en 1999 cuando su equipo, ya rebautizado como los Titans, jugó la Super Bowl XXXIV. Acabaron cayendo ante los St. Lous Rams por 23-16, pero fue una gran experiencia para él que ahora le vale para convertirse en histórico.
En el 2001 cambió de aire y se unió a San Francisco, donde permaneció apenas año y medio hasta que en 2002 se marchó a los Seattle Seahawks. En esta franquicia puso punto y final a su carrera como jugador.
Sin embargo, no se desvinculó totalmente del fútbol americano y en 2013 emprendió su aventura de árbitro para la American Athletic Conference. Formó parte del staff de arbitraje de la efímera liga Alliance of American Footbal en marzo de 2019 y un mes después se unió al staff de la NFL desempeñándose como Umpire con el número 77.
Ahorra Terry Killens afronta este nuevo reto como Umpire acompañado de Bill Vinovich como Referee, que ya estuvo en los Super Bowls XLIX y LIV; Patrick Holt como Down Judge; Mark Perlman como Line Judge; Tom Hill como Field Judge; Allen Baynes como Side Judge; Brad Freeman como Back Judge; y Mike Chase como Replay Official.
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