El Real Madrid recuperó el liderato de la Liga con una victoria en Getafe –en el partido que cerraba la aplazada jornada 20– más cómoda de lo esperado (0-2). Hizo rotaciones Carlo Ancelotti pensando en el derbi del domingo ante el Atlético y los menos habituales respondieron, especialmente un Joselu que fue la gran estrella del choque con un doblete que pudo ser alguno más, pero pecó de generosidad. El triunfo, eso sí, nunca peligró en un auténtico golpe de autoridad del conjunto blanco en un campo complicado.
Fue una primera parte sorprendente. Cuando se esperaba a un Getafe agresivo, que apretara, con intensidad, la realidad es que el conjunto madridista vivió una primera parte muy plácida. Vinícius avisó con una internada por la izquierda en la que cayó en el área y, sin dejar tiempo a la polémica, el Madrid golpeó. Un centro medido desde la derecha de Lucas Vázquez lo cabeceó impecable Joselu para abrir el marcador.
Había hecho Ancelotti rotaciones, y los teóricos suplentes respondieron a lo grande, siendo dos de ellos protagonistas del primer tanto. Además, el partido era un monólogo, con un Real Madrid dominante y un Getafe que se encontró, cuando trataba de buscar la meta contraria, con un descomunal Tchouaméni, impecable en el corte. Pudo haber marcado el segundo el conjunto blanco, pero perdonó en exceso. Fue Joselu, con su eterna brega, el que casi hace el segundo en una salida en falso de David Soria, pero un defensa getafense evitó el tanto.
Tras el descanso, trató de reaccionar el Getafe, pero Greenwood se encontró con el palo y ahí se acabaron las opciones de los de Bordalás. Una jugada individual de Joselu, con un control perfecto y un tiro cruzado con la zurda, acabó en el segundo gol que dejaba la sensación de haber matado el partido.
El Madrid iba sobrado. Demasiado, incluso. Con el Getafe volcado en busca de un gol que le metiera en el partido, un contragolpe veloz dejó a Joselu y Vinícius solos frente a David Soria. El bigoleador fue generoso al no buscar el hat-trick y ceder el tanto al brasileño, que recortó... y definió con una ‘picadita’. Tanto se quiso gustar Vini, que lo tenía todo a favor, que falló: el meta getafense adivinó sus intenciones y evitó el tercero.
El Getafe nunca dejó de intentar y Borja Mayoral pudo haber marcado a su ex, pero Lunin tocó lo justo con una mano y el balón dio en el palo. El Madrid durmió el partido y pudo marcar el tercero al final, pero De Burgos Bengoetxea no estimó penalti en una caída de Brahim en el área. No hubo tiempo para más, el Real Madrid se pone al día de partidos y recupera así el liderato de la Liga.
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