El Atlético de Madrid se impuso por la mínima (2-1) ante el Rayo Vallecano en un encuentro atrasado de Liga que estuvo cerca de convertirse en una trampa mortal para los del Cholo. Simeone optó por salir con un once inédito, con el debutante Vermeeren en la medular y con Griezmann junto a otros pesos pesados en el banquillo, con la idea de reservar fuerzas para medirse al Real Madrid el próximo domingo, y casi lo paga caro ante un Rayo valiente y entregado al esfuerzo, pero desacertado.
Tanto Atleti como Rayo salieron de inicio a tantearse, a medirse, a buscarse las cosquillas. No se las encontraron. Los colchoneros no sabían muy bien si meterse atrás a esperar el contragolpe o salir con valentía a imponerse en campo rival, y esa duda les lastró ofensivamente. Fue mérito de los hombres de Francisco, que presionaban bien a media altura aunque tampoco creaban peligro.
Las tres primeras aproximaciones fueron locales, y vinieron de las botas de Memphis y Correa. El primero remató arriba tras un balón que pinchó brillantemente para chutar a la media vuelta en la frontal, y el segundo sentó primero a Dimitrievsky para que su disparo fuese despejado bajo palos, aunque el balón había entrado por completo pero había fuera de juego; y después definió al muñeco, muy escorado, un contragolpe.
A la tercera fue la vencida para el Atleti. Con el recién llegado Vermeeren como organizador en el centro del campo, quizá sobrepasado por el escenario o por la falta de rodaje, la solución llegó a balón parado. Riquelme colgó un balón suave desde la frontal, y Reinildo apareció recién llegado de la Copa África con Mozambique para marcar su primer tanto como rojiblanco.
La alegría le duró poco a la parroquia colchonera, ya que minutos después, el voluntarioso Rayo encontró recompensa a su buen trabajo de contención y presión. No habían concretado ocasiones de peligro hasta entonces, cuando Isi Palazón conectó en una pared con Chavarria para que su centro a la frontal lo recogiese Álvaro García. Controló, dejó botar el esférico, y con la bola en el aire conectó un latigazo a la base del poste lejano, imposible para Oblak.
El segundo tiempo comenzó siguiendo la misma tónica. El Atleti quería pero no podía, y el Rayo sabía que debía seguir apretando los dientes porque ahora el reloj jugaba a su favor para sacar algo positivo de un coliseo tan complicado. Memphis tuvo, aun así, dos oportunidades consecutivas para volver a poner por delante a los suyos, pero fue negado en ambas por sendas intervenciones providenciales de Dimitrievsky a pesar de un nuevo fuera de juego.
El Cholo probó a mover el banquillo, consciente de que el experimento de Vermeeren de inicio no había funcionado en un once inicial confeccionado pensando en la visita al Santiago Bernabéu del próximo domingo. Era quizá demasiado tarde para reaccionar, y por pensar en el futuro y en el eterno rival, por confiarse, el Atleti casi se deja dos puntos en casa. Salió la plana mayor a jugar con media hora por delante, comandada por Griezmann, pero ni siquiera el francés supo qué inventarse para desatascar el encuentro.
El plan, de hecho, comenzó a salirle mejor al Rayo. Estaban cómodos defendiendo, pero mucho más contraatacando. Y eso que ni siquiera remataron a puerta ni crearon ocasiones manifiestas de gol, pero cada internada olía a peligro e inquietaba al respetable atlético. El Atleti, además, dejó cada vez más huecos atrás en su desesperado intento por retomar la ventaja en el marcador.
Lo logró gracias a Memphis Depay, muy activo todo el encuentro, que se encontró completamente solo frente a la meta del Rayo para definir con mucha sangre fría. Sin embargo, unos instantes después el VAR entraba de oficio para anular el tanto por un fuera de juego milimétrico. Ahí se le acabó la gasolina al Atleti, desmoralizado por la resistencia franjirroja, pero cuando menos lo esperaba se acabó encontrando con el gol.
Fue otra vez Memphis, y esta vez no hubo fuera de juego, aunque sí dudas iniciales sobre la legalidad del gol. Griezmann pugnó en el aire por un balón, y tras el choque quedó tumbado un jugador del Rayo. La defensa entera quedó paralizada reclamando una falta que no fue para el árbitro, y el delantero neerlandés apareció al primer palo para rematar el centro del francés. Así, el Atleti sobrevivió a la encerrona del Rayo en su propia casa, y llega con inercia positiva al derbi madrileño.
FICHA TÉCNICA.
--RESULTADO: ATLÉTICO DE MADRID, 2 - RAYO VALLECANO, 1 (1-1, al descanso).
--ALINEACIONES:
ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Llorente (De Paul, min.58), Witsel, Hermoso, Reinildo, Riquelme (Lino, min.58); Barrios, Vermeeren (Molina, min.46), Saúl (Koke, min.69); Correa (Griezmann, min.58) y Memphis.
RAYO VALLECANO: Dimitrievski; Ratiu (Balliu, min.64), Lejeune, Aridane, Espino; Isi Palazón (De Frutos, min.76), Kike Pérez (Crespo, min.64), Valentín, Chavarría; Álvaro García (Trejo, min.76) y Camello (Falcao, min.83).
--GOLES:
1-0, min.35: Reinildo.
1-1, min.42: Álvaro García.
2-1, min.90: Memphis.
--ÁRBITRO: Soto Grado (C.Riojano). Amonestó con tarjeta amarilla a Kike Pérez (min.38), Isi Palazón (min.60) y Chavarría (min.90+3) en el Rayo Vallecano.
--ESTADIO: Cívitas Metropolitano, 47.003 espectadores.
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