Rafa Nadal renació este 2024 para regresar al circuito tras un año marcado por la incertidumbre por sus lesiones, un camino largo para los espectadores, pero especialmente tedioso y duro para el ganador de 22 Grand Slams. Así lo desveló Carlos Moyà, su entrenador, en una entrevista reciente en la que confiesa que llegó a no creer en su vuelta.

"Si hubiera vídeos de los primeros entrenamientos en el mes de agosto...", deja en el aire Moyà en una entrevista reciente ofrecida al portal web Punto de Break algo incrédulo, incluso, de lo que estaba a punto de revelar sobre la evolución de Rafa. 

"Él se opera en junio, creo que en el día de su cumpleaños, luego se va de vacaciones y pasan dos meses y medio desde la operación hasta que vuelve a entrar en pista", aclara antes de contar cómo fueron esas primeras sesiones de entrenamiento en pista.

Sinner se disfraza de Nadal y logra una remontada épica ante Medvedev para ganar el Open de Australia

"Los primeros entrenamientos no son optimistas ni positivos, entiendes que es por el proceso que va a tener que pasar para ser competitivo, pero te van pasando mil cosas en el día a día que te tiran para atrás. No avanzas a la velocidad que creías... claro que te entran dudas, yo tenía dudas de si realmente iba a poder jugar al ver cuál era su estado", confiesa Moyà.

Pero su entrenador aún narra un episodio más escalofriante: "El primer mes y medio los avances fueron mínimos. Jugábamos 15 o 20 minutos y a veces se quedaba tirado en el suelo de dolor. Son situaciones duras de ver, pero también sabíamos que, según los médicos, había que pasar por eso, que solo eran adaptaciones del cuerpo y que no empeoraba la lesión". 

"Todo estuvo muy controlado y progresamos muy despacio, pero había días que te hacía dudar que pudiera estar listo para volver a jugar", añade para confirmar lo que Nadal ha mostrado en la pista desde su regreso. Su buen ritmo de tenis en Brisbane acabó con todas las dudas, y ahora prepara, con el mismo tesón y prudencia, su regreso en Doha.