"Qué bueno soy, madre mía": Vinícius vuelve a las andadas con un nuevo show de gestos y protestas en el derbi

Mario Hermoso y Vinícius en el derbi copero.
Mario Hermoso y Vinícius en el derbi copero.
AFP7 vía Europa Press
Mario Hermoso y Vinícius en el derbi copero.

El Atlético de Madrid logró ganar este jueves al Real Madrid, lo que supuso su eliminación de la Copa del Rey. Se vivió un vibrante partido en el Metropolitano que acabó con un 4-2 a favor de los rojiblancos, pero que, como acostumbran los derbis, no estuvo exento de polémica, esta vez protagonizada en mayor medida por Vinícius Júnior.

El brasileño volvió a las andadas. Después de ser el mejor jugador en la final de la Supercopa ante el Barça con un hat-trick y mostrarse arrepentido públicamente por sus comportamientos en el césped, Vinícius se tiró todo el derbi encarándose a jugadores y aficionados.

Antes del primer gol del Atlético de Madrid, el madridista se enfrentó a Rodrigo de Paul. "Yo juego en el Madrid", le decía al argentino señalándose el escudo, tal y como captaron las cámaras de El chiringuito.

Momentos después llegó el tanto rojiblanco y después de que uno de los recogepelotas tirase el balón al terreno de juego durante la celebración, Vinícius insistió al colegiado, Cuadra Fernández, en lo ocurrido hasta que recibió tarjeta amarilla.

Y a los pocos minutos llegó el gol del empate del Madrid y la polémica celebración de Vinícius. El brasileño, a pesar de no participar la acción, dedicó unos feos gestos a la afición colchonera. 

El descanso no derivó en la tranquilidad para el 7 madridista. Con el gol de Morata en el 57, Vinícius volvió a quejarse y comenzó su rifirrafe con Mario Hermoso. En cada córner, en cada falta, ahí estaban los dos picándose.

Ya en el gol de Joselu, el brasileño estalló de nuevo y lo celebró efusivamente, primero señalando a los aficionados madridistas y luego dejando claro que "el Madrid aquí", cogiéndose con rabia del escudo. 

Acto seguido se dirigió al banquillo donde se encontraba Simeone mostrando con sus manos el número 7, su dorsal. En su juego entró el técnico del Atlético. "El siete la concha de tu madre", le dijo, ganándose así la amonestación.

Pero lo que más ha llamado la atención en las redes sociales ocurrió después, cuando Vinícius remató de espuela, lo que derivó en córner. "Qué bueno soy, madre mía", decía el brasileño mirando a la afición, minutos antes justo de encajar el gol de Griezmann mal defendido por él.

Y para terminar, después de vérselas también con Witsel, el delantero se fue al vestuario al terminar el encuentro sin siquiera agradecer el apoyo a los aficionados madridistas, como sí hicieron sus compañeros.

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