El Pocho Lavezzi permanece ingresado en el hospital Sanatorio Zabala de Buenos Aires desde el pasado sábado por una supuesta sobredosis. Es el último episodio que ha convertido en noticia al exfutbolista después de que el pasado 20 de diciembre terminase herido —presuntamente en una pelea con su hermano— durante una fiesta con su familia de la que ahora se han conocido más detalles.
"Empezó a escuchar voces y creyó que lo venían a buscar o que lo estaban persiguiendo, y se asustó mucho", ha asegurado en el programa Mañanísimas la periodista Estefi Berardi, que añade que el miedo le hizo coger unas tijeras e "intentar lastimarse". En ese momento apareció su hermano, que intentó tranquilizarle para que no se hiciese daño.
De esta manera, la argentina niega que se produjese una pelea entre ambos, sino que explica que se fracturó el omóplato porque "el hermano trató de controlar esa situación y el Pocho no es alguien chiquito, es grandote y ahí se produce la situación".
Entonces deciden trasladarlo en un avión sanitario a Buenos Aires, "pero cuando llegan al aeropuerto tiene un episodio similar", lo que dificultaba que viajase porque "en esas condiciones era peligroso hasta para la tripulación", por lo que decidieron "doparlo y lo trajeron dormido", ha narrado también Lucas Bertero.
"Empieza a tener ciertos epítetos al cielo, diciendo cosas fuera de sí, fue como una especie de delirio místico", añade. Y pone en valor que "lo que tiene de positiva esta internación es que Lavezzi se internó por voluntad propia", lo que ha considerado "un paso importante para salir adelante".
Comentarios