Segundo golpe sobre la mesa de Rafa Nadal en Brisbane. Vaya regreso a las pistas está protagonizando el balear, que este jueves ha aplastado a Jason Kubler (6-1 y 6-2) en poco más de una hora y veinte minutos para meterse en los cuartos de final del ATP 250 australiano.

Esta vez el de Manacor no llegó a la Pat Rafter Arena como el más aclamado, pese a que también recibió el cariño del público, pues se enfrentaba al héroe local en un partido en el que pronto le encontró las costuras: rompió a Kubler en su primer juego.

Un mazazo anímico para el australiano y un chute energía para un Nadal que volvió a dejar buenísimas sensaciones sobre la pista, con un tenis muy sobrio y un saque letal que casi siempre fue una pesadilla para un Kubler al que le costó muchísimo dar con la tecla para restarle. 

Mientras, Rafa encontró en los reveses de su rival su principal debilidad, e insistió constantemente en esas bolas para desquiciar a 'Kubs', que también tuvo que lidiar con problemas físicos (fue atendido durante y al finalizar el primer set por unas molestias en el codo), alguna mala que otra decisión que le hubiese dado una oportunidad y los errores no forzados (hasta 12 cometió en todo el partido).

El ganador de 22 Grand Slams se llevó esa primera manga, en la que su rival no sumó ningún juego hasta el sexto, de manera incontestable, y empezó la segunda como lo había hecho el partido: con un break a un Kubler que hacía gestos de no poder creérselo.

Es cierto que el australiano mejoró ostensiblemente su nivel ante un Nadal que empezó a dejar muestras de cansancio, pero que siguió igualmente enchufado. Buena prueba de ello son las estadísticas del tenista español: dejó 12 golpes ganadores (20 en total), ganó el 44% de los puntos al primer resto y el 60% al segundo, y se apuntó el 71% de los puntos con el saque.

A la hora y 23 minutos de juego, y por la vía rápida, Rafa cantó victoria levantando los puños y mirando al cielo con una sonrisa que no se le ha borrado desde el partido de dobles con Marc López. Este viernes, el balear volverá a la pista para medirse a otro australiano, Jordan Thompson, en los cuartos de final de Brisbane.