La temporada de Aston Martin, quinto en el campeonato de constructores y con el cuarto puesto de Fernando Alonso, era inimaginable hace tan solo un año. La escudería ha contado con Dan Fallows y Eric Blandin, anteriormente en Red Bull y Mercedes respectivamente, que le ha permitido dar un gran salto.
En la primera parte de la campaña, Fernando Alonso encadenó seis podios seguidos e ilusionó con una posible victoria en caso de que Vestappen y compañía fallasen. Sin embargo, con el desarrollo posterior del coche se fue empeorando... hasta unas carreras finales que devolvieron la esperanza.
Ahora, Tom McCullough, jefe de rendimiento de Aston Martin, se ha mostrado entusiasmado con todo lo ocurrido y tiene claro qué ocurriría si se pudiese repetir, aunque con algún matiz.
"Creo que nos ayudó a dar un salto tan grande el hecho de no estar tan arriba en cuanto al punto de partida. Si tuviéramos que dar el mismo salto ahora, nos pondríamos bastante por delante de Red Bull, lo cual no va a suceder", ha afirmado Tom.
"Sí, empezamos mucho más cerca de la parte delantera de la parrilla, pero el salto no fue tan grande tampoco porque veníamos en mejora al final de 2022. Lo es si lo comparamos con el comienzo de 2022, pero no con el final de 2022", ha valorado.
McCullough cree que "algunos equipos han evolucionado muy bien su coche este año, pero posiblemente admitan que también empezaron mal". Por lo tanto, cree que los el año que viene el panorama cambiará: "Los márgenes dudo que vayan a ser demasiado grandes entre todos los equipos. Todo el mundo está tratando de conseguir ese extra de 10, 15 o 20 puntos más de carga aerodinámica que los demás. Porque eso es lo que te dará la ventaja en la pista, y también la ejecución de las carrera".
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