Pese a llevar ya cerca de un año retirado, Gerard Piqué sigue sin cortarse a la hora de dar su opinión sobre el estado del fútbol español y europeo, sobre sus competiciones y sobre su futuro. Un futuro que el presidente de Kosmos y creador de la King's League, como exfutbolista, empresario y dueño del Andorra considera que será mucho menos vistoso, laureado y brillante de lo que es ahora en nuestro país.
Una conclusión a la que ha llegado este jueves durante el Business Sport Forum organizado por Marca y Expansión. Allí ha reflexionado sobre el modelo actual del balompié mundial, haciendo especial hincapié en Europa y más concretamente en España y criticando el calendario, la organización de las competiciones, las reglas financieras e incluso las alternativas propuestas por la UEFA y los clubes.
"No puede ser que haya 70-80 partidos al año, la gente ya no sabe ni que se está jugando, hay mil competiciones que la gente se pierde. Y los futbolistas se lesionan mucho más. Tendrían que juntarse todos a hacer un calendario de menos partidos y más 'premium', para consumir fútbol de más calidad", opinó Piqué, compartiendo una queja cada vez más generalizada entre futbolistas.
La carga de partidos es excesiva y cada vez menos de ellos son verdaderamente atractivos. Una reivindicación que comparte Piqué con el proyecto de la Superliga Europea —que sigue batallando en los tribunales europeos por tener luz verde para comenzar a operar— pese a mostrarse contrario al modelo planteado por la misma: "Es una liga cerrada, y en eso estoy en contra. Hay muchos que se van a quedar fuera y su valor pasa a ser cero, pierdes seguidores. Pasarían a no existir las ligas nacionales, mientras que los equipos de la Superliga crecerían".
"Se destruiría una parte importante del fútbol como lo entendemos nosotros. Si reduces el calendario, sigues compitiendo y dependen los resultados deportivos, no cortas de golpe progresión. El mérito deportivo tiene que prevalecer, y por eso estoy en contra de la Superliga", argumentó Piqué, sin tener en cuenta o querer acordarse de los cambios efectuados en la propuesta inicial expuesta por Florentino Pérez con el beneplácito de Joan Laporta y otros 10 clubes europeos.
El proyecto inicial fue modificado para plantear la existencia de diferentes divisiones en la propia Superliga, y de garantizar ascensos y descensos y clasificación a través de las ligas nacionales. Unos cambios que coinciden mucho más con lo reclamado por Piqué, que siguió reiterando que el fútbol necesita "cambios en el corto plazo, puede que drásticos" en lugar de "más parches para continuar igual".
"Barça y Real Madrid, que ya lo han demostrado y lo han manifestado por activa y por pasiva, están intentando con la Superliga al menos que la gente se dé cuenta y que las grandes federaciones, como son la UEFA y la FIFA, se den cuenta que con esta línea no pueden continuar", concedió el retirado central a su antiguo club y a su enemigo/socio en el proyecto de reforma del fútbol continental.
"Otros en Europa que en su momento promovieron el movimiento de la Superliga luego se tiraron simplemente porque en Inglaterra se movilizó el país entero, porque aman la Premier League. No querían que sucediera, se asustaron y se tiraron para atrás, pero todos los 'grandes' de Europa están deseando poder hacer algo así. Es una evidencia", aseguró convencido.
Tras este análisis, Piqué se centró en el control económico heterogéneo en las diferentes ligas nacionales europeas que lastra según él el crecimiento de LaLiga: "Tenemos un 'Fair Play' financiero muy estricto y hay otras ligas que tienen uno muy distinto. Además, tienes una competición europea en la que compites contra todos estos equipos que no están regulados. Porque hablan del 'Fair Play' financiero, pero luego miran para otro lado, porque les interesa a nivel político".
"Como no hay una regulación estricta, tú estás expuesto a que los clubes con países detrás cada vez te vayan subiendo más los salarios y utilicen otras vías que pueden ir pagando a los jugadores sin que los pague el club. Así, Barça y Madrid podrían no llegar a competir. No quiero ser pesimista ni mucho menos, y espero que cambie, pero estamos yendo a un camino que dentro de cinco años Barça y Madrid no puedan competir en Europa", auguró el empresario catalán.
Además, criticó el reparto económico de los derechos de televisión en LaLiga: "Se reciben dos billones de euros que se reparten entre los equipos y hay clubes que por audiencia no tiene ningún sentido que reciban ese dinero. Es una injusticia, entiendo perfectamente que llegue un Barça o Madrid y levante la mano y diga 'no me parece bien, porque hay muchos equipos que están viviendo de nosotros'".
Finalmente, defendió que "es imposible que tú estés 90 minutos encerrado en una habitación viendo solo un partido de fútbol", porque los hábitos de consumo han cambiado, lanzando un guiño a la King's League: "No tiene ningún sentido. Los niños de hoy ya no lo hacen, yo tampoco. Es una forma distinta de consumir. Yo creo que los deportes, en especial el fútbol, se han de adaptar a ello".
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