Con coraje y mucho fútbol arrancó el pasado mes de septiembre la selección española femenina de fútbol su andadura en la Nations League en busca de un billete para los Juegos Olímpicos de París. Una concentración marcada por la tensa situación en Las Rozas, completamente enturbiada por el 'caso Rubiales' y el 'se acabó' de las jugadoras. Ahora, pasado el mal trago, la Roja encamina la recta final de la primera fase del torneo con la tranquilidad instalada en el seno de la RFEF.
Se nota en el entrenamiento, donde las caras de máxima concentración hablan por sí solas. Solo se escuchan las indicaciones del cuerpo técnico de Montse Tomé, y quizá algún lamento cuando se falla en un control que resulta en el reinicio del ejercicio. Vamos, fútbol, fútbol y más fútbol. Lo demás ya queda en un segundo plano, porque para certificar el pase a las semifinales de la Liga de Naciones aún quedan dos partidos, ante Italia y Suecia.
"Creo que se están haciendo las cosas bien, se habló lo que se tenía que hablar en su momento y ahora se respira un buen ambiente, felicidad y ganas de ganar", asegura la futbolista María Pérez. La jugadora del Sevilla ha recordado antes del último entrenamiento de España antes viajar a Pontevedra para recibir a la Azzurre en Pasarón (Pontevedra), los tensos momentos que se vivieron en aquella primera concentración después de ganar el Mundial: "Con todo lo que hubo, los primeros días fueron complicados para todo el mundo".
También se nota en los aspectos que menos gustan a las jugadoras: el trato con la prensa. Ninguna pregunta —más allá de la obligada por la incorporación de Markel Zubizarreta como director de fútbol femenino de la RFEF— se escuchó este miércoles en el Salón Villalonga de la Ciudad de Fútbol que no guarde relación con lo que pasa sobre el césped.
Una diferencia abismal respecto a la primera vez que Tomé se puso ante los micrófonos para dar su primera lista como primera seleccionadora, cuando no se hablaba prácticamente de nada más que de Luis Rubiales, de los aplausos de la entrenadora en la polémica Asamblea que protagonizó el expresidente de la Federación Española, y hasta de su predecesor en el cargo, Jorge Vilda, que ahora dirige a la selección marroquí.
Objetivo: ganar sin hacer cuentas
España solo necesita un punto para estar matemáticamente clasificada para la Final Four de la Nations League —el paso previo a la gran final, que es la que otorga los dos únicos billetes a los JJ OO—. Será ante Italia, este viernes, frente a quien la Roja buscará sumar ese punto que le falta para estar más cerca de París 2024, aunque María Pérez se ha encargado de dejar claro que el objetivo es ganar.
"Somos jugadoras muy ambiciosas y creemos que tenemos que ganar todos los partidos. Eso queremos, así que vamos a ir a por los tres puntos, como hemos hecho en los anteriores cuatro partidos", ha señalado la centrocampista.
Respecto a la sensación de superioridad que la campeona del mundo deja ante todos los rivales, la sevillista —y canterana culé— ha apuntado que "nosotras nos centramos en nuestro juego que yo creo que es el que nos hace ser superiores y someter al rival". Ese estilo es, además, "el que nos gusta a todas las que estamos aquí".
"Es un tío que hizo las cosas muy bien en el Barça y que va a beneficiar a todo lo que es la Federación", ha opinado sobre la incorporación de Zubizarreta, del que ha destacado que "sabe trabajar muy bien y gestionar lo que tiene que hacer".
Por último, María Pérez, que ha regresado en esta concentración con la selección, ha analizado su temporada con el Sevilla y ha expresado su deseo de "volver al Barça" tras su cesión en el conjunto hispalense. "Al principio te tienes que adaptar al nuevo juego", ha apuntado, pero "ahora me siento más cómoda y tengo más continuidad" en esta nueva etapa que le está sirviendo para "mejorar mucho el aspecto defensivo".
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