Se acabó el calvario, Marc Márquez vuelve a sonreír sobre una moto. Lo hizo este martes durante toda la sesión de pruebas de MotoGP a bordo de la Ducati del equipo Gresini Racing, su nuevo equipo, el que le da ahora la oportunidad de volver a sentirse piloto. Atrás quedó Honda, la escudería en la que tocó el cielo y bajó a los infiernos, para volver a sentir un hambre de victorias que ya pudo demostrar sobre el trazado del Circuito Ricardo Tormo.

Era la noticia del día, por primera vez en su larga y exitosa carrera el piloto de Cervera no vestiría el mono naranja del Repsol Honda Team. Fue la foto más buscada, la del ocho veces campeón mundial en su nuevo box, junto a su nueva moto, junto a sus nuevos compañeros entre los que se encuentra su hermano Álex. Y no tardó en llegar.

El gesto de satisfacción que delata a Márquez: ¡alucina con la velocidad de la Ducati en los test de Cheste!

Una masa de fotógrafos se agolpó antes de la salida a pista de Marc buscando la toma de ese primer arranque de una moto con la que haría diabluras apenas minutos después. Los primeros giros fueron de tanteo, aunque solo eso fue suficiente para percibir su ilusión al bajar de la Ducati.

La sonrisa a Carchedi en el box lo dijo todo. Fue ese suspiro de alivio al saber que sí, que no se había equivocado rompiendo con el equipo de sus amores, ese que tantas alegrías le dio a lo largo de su carrera y tantos dolores le causó este curso 2023 con casi una treintena de caídas.

Con la ilusión de un debutante, como si de Pedro Acosta se tratara, el seis veces campeón de la categoría reina exprimió la moto durante las más de cinco horas de sesión. El show de Márquez no tardó en empezar. Calentó, le tomó la medida a la máquina y empezó a soltar gas como no había podido hacer antes.

Hubo de todo, derrapes, curvas al límite, rectas a fondo... Marc disfrutaba y más lo hacían en su box, donde ya se frotan las manos con todo lo que puede salir de esta unión. Allí también estaba su padre, casi emocionado por ver el gran renacer de su hijo a bordo de su nueva moto.

"Es impresionante, absolutamente más de lo que pensaba", se limitó a decir Davide Tardozzi, jefe de equipo de Ducati, al micrófono de Dazn al ser preguntado por el buen rendimiento de Marc. No fueron los únicos halagos, también contó con los de su nuevo compañero de batallas, su hermano Álex. "Me lo esperaba totalmente, sé como es", dijo al conocer las buenas vueltas conseguidas por su hermano.

Tanto Álex como Marc se quedaron con ganas de más, sin mucha ilusión por la llegada del parón invernal, porque los dos consiguieron rodar muy rápido. Cuarto terminó el mayor después de liderar el crono durante muchas vueltas, sexto fue el pequeño de los Márquez tras caer desde la segunda posición. Ambos están ansiosos por brillar y ahora tienen la oportunidad de volver a hacerlo juntos.