El pasado sábado se produjo la mayor goleada de la historia de la fase de clasificación a una Eurocopa. Francia se impuso por 14 goles a 0 a una Gibraltar que no tuvo opción alguna. No solo se trató de una victoria contundente, sino que la cantidad y forma de los goles franceses humillaron futbolísticamente a Gibraltar.
El descanso llegó cuando Francia ya vencía 7-0. En caso de una gran goleada, el público está acostumbrado a ver cómo el equipo dominante levanta el pie del acelerador, pero en esta ocasión no sucedió así. La propia Selección Española protagonizó varios episodios similares en su época dorada, como los diez goles que encajó Tahití en la Copa Confederaciones de 2013 pudieron ser muchos más si 'La Roja' hubiera querido.
🗣️ "The record is 10-0 - you could smash it!"
— French Team ⭐⭐ (@FrenchTeam) November 19, 2023
Hear Didier Deschamps spurring on Les Bleus to their historic 14-0 win in yesterday's half-time team talk! #FiersdetreBleus pic.twitter.com/Obd8XXv9xX
No fue así en este caso. Didier Deschamps pidió durante el descanso a sus jugadores que "no se contuviesen". El seleccionador francés les comentó que el récord vigente era 10 - 0 y que "podían destrozarlo". Los franceses siguieron los consejos de su entrenador y anotaron otros siete goles en la segunda mitad, con una chilena de Giroud o un tiro de 45 metros de Mbappé como evidencias de que Francia no tendría piedad.
Esta goleada y en especial esta arenga han resucitado de nuevo el eterno debate acerca de cómo debe actuarse en estas situaciones. Unos defienden que el respeto hacia el rival debe ir por delante: seguir jugando con la misma intensidad cuando el otro equipo ya está derrotado es poco elegante. Por otro lado, hay quienes expresan que la falta de respeto es bajar la intensidad, pues se demuestra un aire de superioridad e incluso prepotencia que no caben en el espíritu deportivo.
El seleccionador francés parece tenerlo claro: "Siempre que podamos, marcamos".
Comentarios