Alcaraz puede contra Rublev y sus demonios y se reengancha a la Copa de Maestros

Alcaraz celebra mirando a su equipo en el partido ante Rublev de la Copa de Maestros.
Alcaraz celebra mirando a su equipo en el partido ante Rublev de la Copa de Maestros.
Getty Images
Alcaraz celebra mirando a su equipo en el partido ante Rublev de la Copa de Maestros.

Carlos Alcaraz se reenganchó este miércoles a la Copa de Maestros tras una sólida victoria ante Andrey Rublev (7-5/6-2). El español desplegó un tenis correcto, sin las imprecisiones habituales en sus últimos duelos, y creció poco a poco para ganar un partido decidido por el temperamento de su rival. El ruso ofreció resistencia hasta el final del primer set, pero entonces un ataque de ira quebró todas sus opciones de remontar el duelo y de seguir vivo en el torneo que mide a los ocho mejores del curso.

El partido prometía sufrimiento desde el calentamiento. La velocidad de la pista dura de Turín complica mucho los peloteos largos, justo lo que necesitaba Alcaraz para encontrar sensaciones en un tramo final de temporada de muchos altibajos. Así, el duelo comenzó con dos 'cañoneros' a ambos lados de la pista que no daban opción a su rival con sus primeros saques.

El enfrentamiento arrancó en forma de clase magistral de servicio, pero nada más. La afición de Turín asistió impasible a un duelo con poco tenis hasta la llegada de los juegos decisivos de la primera manga, ese momento donde siempre tiemblan las piernas, donde acabaría resolviéndose el partido entero.

Con dos tenistas capaces de mantener un 90% de puntos ganados con el primer saque, la primera oportunidad de rotura llegó en el noveno juego del partido. Fue para Alcaraz, pero el tenista ruso escapó de la trampa en la ventaja gracias, como no, a sus saques.

La presión creó un clima irrespirable en la pista, ambos sabían que un fallo significaba prácticamente la eliminación y fue Rublev quien pronto dio su brazo a torcer. Alcaraz volvió a encontrar su oportunidad de break, aunque no sería a la segunda, sino a la tercera, cuando conseguiría romper el servicio y la paciencia de su rival para poner el 6-5 en el marcador. 

Con ese break llegó el punto de inflexión del partido. Rublev perdió los estribos, empezó a gritar cada fallo y no tardó llegar el detalle que acabaría con sus opciones en el resto del duelo. Fue en una buena bola ajustada a la línea cantada mala por el juez de línea y corregida por el juez de silla. El Ojo de Halcón señaló la bola como buena, pero tocó repetir el punto. En la repetición cayó del lado de Alcaraz, quien finalmente acabaría cerrando su saque y el primer set.

El error arbitral fue la puntilla del ruso. A partir de ahí la ira le sacó del partido y le llevó por la vía rápida hacia la peor de las derrotas. No fue capaz de anotarse el primer juego del segundo set con su servicio y lo pagó a raquetazos con su rodilla. Las salidas de tono en pista son recurrentes en Rublev, pero no habitualmente hasta el punto de terminar sangrando a borbotones por su pierna.

Aunque quizás para él el daño físico fue lo de menos, pues la marca de desesperación de su rodilla apenas alcanzaba a reflejar el bloqueo mental que sí mostraba su rostro. Jugó lo que quedaba de partido casi conteniendo las lágrimas de ira, quizás aceptando ya la derrota ante un Alcaraz que no tuvo que hacer más que mantener el ritmo.

Así lo hizo el murciano hasta celebrar con rabia una victoria con valor doble. Y es que la victoria en este partido es el primer escalón que le permite reengancharse a la lucha por el paso a semifinales -le queda el partido decisivo ante Medvedev- y a la vez la confirmación de que ha vuelto a la senda de la victoria, a ese camino marcado por el tenis certero y sólido capaz de auparle a lo más alto de la clasificación hace tan solo unos meses.

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Alcaraz - Rublev, en directo: última hora y resultado del segundo partido del Masters 2023
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