El extenso periplo judicial de Xabi Alonso por fin parece haber llegado a su fin definitivamente después de años de litigio en los juzgados. Una buena noticia más para el entrenador vasco, que se suma a la tremenda racha de juego y resultados que protagoniza su equipo, el Bayer Leverkusen, en la Bundesliga y en Europa esta temporada, en la que aún no conoce la derrota.

Unos guarismos que ya han hecho sonar su nombre con fuerza para remplazar a Carlo Ancelotti al frente del banquillo del Real Madrid este mismo verano, siempre que el italiano se marche para dirigir a Brasil. Una oportunidad única para él y para el club, que ahora sí podrá hacerse realidad porque ya no existirán más impedimentos para que el tolosarra regrese a la capital española sin temor a nada.

Hasta este mismo miércoles, Alonso venía batallando con la Justicia española al estar acusado de defraudar a Hacienda casi dos millones de euros entre 2010 y 2012. Un asunto que parecía zanjado desde que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid ratificase el pasado verano la segunda absolución del exfutbolista, hasta que el Tribunal Supremo ha tenido que reabrir la causa para estudiar de nuevo el recurso de la Abogacía del Estado contra esa segunda sentencia absolutoria.

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Por ello, la Sala de lo Penal se ha reunido a puerta cerrada para deliberar y resolver el recurso que presentó la Abogacía del Estado, que finalmente ha sido rechazado. Varias horas después, la conclusión del Tribunal Supremo ha sido confirmar la absolución de Xabi Alonso en esa causa en la que estaba acusado de defraudar al fisco casi dos millones de euros entre 2010 y 2012, cuando era jugador del Real Madrid.

De este modo, Xabi Alonso pone punto y final a su cruzada personal por demostrar que era inocente y que sus prácticas económicas estuvieron siempre dentro de la legalidad. Después de iniciar su carrera en la Real Sociedad y pasar por el Liverpool, recaló en el Real Madrid y fue residente fiscal en España entre 2009 y 2014, donde efectuó el pago del IRPF en los ejercicios 2010, 2011 y 2012, los años investigados.

Sin embargo, no declaró los rendimientos obtenidos por la explotación de sus derechos de imagen porque había cedido su explotación a una empresa radicada en Madeira (Portugal). Eso provocó que fuese investigado y enjuiciado, pero en una primera instancia la Audiencia Provincial de Madrid le absolvió. No obstante, el TSJ de Madrid ordenó repetir el juicio, pero la Audiencia volvió a absolverlo y, tras recurrir de nuevo la Fiscalía y la Abogacía del Estado, el Tribunal Superior ratificó la absolución. 

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En esa última sentencia absolutoria del TSJ del pasado verano, que no sirvió de mucho porque la Abogacía del Estado volvió a recurrirla, los magistrados sostenían que los hechos encausados podían encajar en la figura de fraude de ley, pero en ningún caso existía simulación porque el hecho imponible grabado -la explotación de los derechos de imagen por cesión de su titular- tuvo lugar realmente y no se falseó la realidad. 

Alonso, según el tribunal, actuó "en la creencia de que ese proceder era conforme a Derecho", como también sentenció la Audiencia Provincial, que apuntó que "si la cesión de los derechos del jugador a Kardzali (la empresa de Madeira) fue real y esta entidad realizó una activa intervención en su explotación las pretensiones acusadoras decaen".

Además, apuntó que no se trataba de "ingresos opacos, ocultos, falseados o excluidos por el contribuyente al conocimiento de la Agencia Tributaria", algo que nunca terminó de convencer a la Abogacía del Estado. Sin embargo, el Tribunal Supremo ya ha dictado la sentencia definitiva que sigue absolviendo a Xabi Alonso, por lo que se puede hablar de caso cerrado.