El increíble gesto de Doncic y el intercambio más surrealista con una aficionada

  • Fue una niña cántabra la que logró captar la atención de su ídolo con una pancarta ofreciendo el trueque.
Luka Doncic, en el WiZink Center con los Dallas Mavericks.
Luka Doncic, en el WiZink Center con los Dallas Mavericks.
Euroleague Basketball via Getty
Luka Doncic, en el WiZink Center con los Dallas Mavericks.

La visita de los Dallas Maverick a España fue histórica por muchos motivos. Luka Doncic fue el gran protagonista en su regreso a Madrid, al WiZink Center frente al equipo en el que se crio; la afición madridista pudo mostrarle su cariño de nuevo, y nuestro país pudo disfrutar una vez más de la NBA en nuestro propio territorio.

El partido como tal no tenía nada especial a nivel competitivo, era un amistoso. Sin embargo, el impacto que ha tenido y puede tener aún está por calcular. Desde luego, eso sí, sirvió para hacer las delicias de los miles de aficionados al baloncesto americano de nuestro país, aunque hubo una pequeña seguidora que fue indiscutiblemente la ganadora de la noche.

La niña, natural de Vioño de Piélagos (Cantabria), estuvo este martes por la noche en el WiZink Center presenciando el Real Madrid-Dallas Mavericks, y consiguió un obsequio que guardará como oro en paño el resto de su vida. Además, lo hizo mediante un intercambio de lo más surrealista con la estrella de los Mavs, Doncic.

Con el partido ya terminado, la niña exhibió la pancarta en la que le ofrecía al esloveno un trueque: sus zapatillas por unos sobaos, dulce típico de su tierra. Y Doncic, ni corto ni perezoso, aceptó con gusto el intercambio, aunque no fue él quien se acercó a darle las zapatillas a la joven aficionada.

Un gesto honorable que a Luka apenas le costaba atender, pero que puede haber cambiado para siempre la vida de una niña que ya de por sí ama el baloncesto, ya que juega en la categoría Infantil del Pas Piélagos y es una gran aficionada al baloncesto, según cuenta su padre. Acudieron a Madrid a ver el partido con dos entradas que le regaló por su cumpleaños su hermana mayor con el dinero ahorrado tras trabajar en el verano, y que fueron para ella y el padre. Mereció la pena.

Padre e hija habían hablado días antes, y en el mismo viaje a Madrid, de que esta niña quería hacer una pancarta para Doncic, al que admira mucho: "Cuando íbamos ya a Madrid paramos a comprar unos sobaos en un sitio que solemos parar siempre y se nos ocurrió comprarlos y poner en la pancarta: te cambio las zapatillas por unos sobaos".

Llegaron al WiZink Center "muy pronto" e intentaron ver a Doncic al acceder pero no les fue posible, si bien pudieron situarse muy cerca de la zona por la que entran y salen a la pista los jugadores. Doncic vio la pancarta al saltar a pista, se acercó, le firmó la camiseta a la niña y prometió darle sus zapatillas a cambio de los sobaos al final del partido. Y así fue, como puede verse en un vídeo que circula por las redes sociales.

"Vino una persona y al final del partido se lo recordó, se quitó las zapatillas y nos las dio. Fue todo un detalle, muy importante", dice el padre, que asegura que su hija está "como loca" y "no suelta las playeras para nada". "Quiere meterlas en una urna", bromea. Y añade que su hija lo tenía claro: "ella solo quería el autógrafo de Doncic, es muy de ese jugador. Los demás le importaban un poco menos y se fue para casa muy feliz".

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