Carlo Ancelotti es indiscutiblemente uno de los mejores técnicos del mundo y de la historia. Por su saber estar, por su elegancia, por su privilegiada capacidad táctica y por su innato espíritu ganador, ha dejado huella haya donde ha entrenado. Un auténtico 'doctor' del fútbol, que este miércoles a sus 64 años ha conseguido dicho título de manera oficial.

El entrenador italiano del Real Madrid ha sido investido doctor 'honoris causa' por la Universidad de Parma, la ciudad del norte de Italia donde comenzó su carrera como futbolista primero y como técnico después, en un acto cargado de solemnidad y emoción en el que ha dado un discurso recordando sus inicios y resaltando los valores del deporte.

'Carletto' recibió concretamente el título de Máster honorífico en Ciencias y Técnicas de la Actividad Motora Preventiva y Adaptada, a propuesta del departamento de Medicina y Cirugía. Todo un reconocimiento a su sabiduría y experiencia después de una vida ligada al fútbol, en la que además ha alcanzado el éxito siempre que se lo ha propuesto.

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Un momento de felicidad en el que no pudo ocultar su sonrisa y aprovechó para bromear, haciendo gala de su fino sentido del humor, asegurando que le gusta que le llamen "Dottore", el título que se da a los licenciados italianos en la Universidad, y que les pedirá a sus jugadores que le llamen así.

Ancelotti, ya en un tono más serio, también reflexionó sobre sus vivencias en el mundo deportivo: "El deporte enseña tantas cosas: a competir contigo mismo y buscar mejorar nuestros limites... El fútbol me ha enseñado el respeto por los demás, el respeto de las reglas y el respeto por la autoridad, y como entrenador, a gestionar un grupo, que no es fácil, y a escuchar".

"El talento no lo tienen todos, porque es genético, pero todos pueden practicar deporte porque ayuda y es una escuela de vida. Los futbolistas de hoy, por ejemplo, son muchos más profesionales que antes" añadió el preparador italiano, que destacó la fortuna que ha tenido por poder "entrenar a hombres con un talento increíble" a lo largo de su carrera.

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Continuó hablando de "la pasión" por el fútbol, que le ha servido para "continuar estos 44 años", y que "hay que tenerla porque no se compra en el mercado". Una pasión, además, que le mantiene al pie del cañón pese a tener que preparar cada tres días, empleando el argot universitario, exámenes "donde eres juzgado" en la facultad más exigente de todas: el Real Madrid.

Durante la ceremonia, el preparador italiano no pudo evitar las lágrimas en más de una ocasión. Primero recordando a su familia, que le recuerda a él a su vez que ya es "abuelo" y que no es "ese chico que llegó a Parma en 1975". Y después durante la actuación musical que amenizó con dos arpas el evento, ya que las intérpretes le sorprendieron con el himno de la Décima Copa de Europa del Real Madrid, la que ganó de blanco en 2014.

Por su parte, el legendario entrenador y amigo personal de 'Carletto', Arrigo Sacchi, participó en la ceremonia y elogió a su asistente en el Mundial de Estados Unidos 1994: "Carlo Ancelotti ya era 'doctor' en el fútbol, ahora lo han autentificado. ¿Cuál es la cualidad? Ser una persona inteligente, con gran humanidad y grandes capacidades".