El delantero francés Olivier Giroud sustituyó en los instantes finales al portero del AC Milan, Maignan, después de que el cancerbero le pegara un rodillazo en la cara a un jugador del Génova y resultara expulsado. El galo, dado que su equipo ya había agotado todos los cambios, se puso los guantes de portero y fue la estrella del duelo con una parada con la que salvo al equipo 'rossonero'.

Giroud fue el encargado de asumir el 'marrón' a falta de varios minutos para el final del partido, y cumplió con una gran actuación en la jugada clave, cuando el delantero se atrevió a salir de puños para así evitar una posible ocasión del Génova. 

Después de esta gran actuación como portero, el AC Milan bromeó colocándole como portero en la página web oficial e incluso haciéndole una nueva camiseta como guardameta del equipo. La increíble actuación llegó hasta los oídos de la selección francesa, que también le añadió entre sus guardametas en la página web oficial.

Esta acción, en la que el delantero salió de su zona de confort y decidió ponerse los guantes, algo inhabitual en un delantero, sirvió para darle a su equipo el liderato de la liga italiana.