Aunque lleve años alejado de la élite más absoluta del fútbol, José Mourinho sigue haciendo honor al epíteto de 'The Special One' allá por donde va. Sin ir más lejos, este verano protagonizó la imagen más viral de la pretemporada, abriendo las puertas de la ciudad deportiva romanista para permitir que tres niños que esperaban en las vallas presenciasen el entrenamiento del equipo en directo.

Sin embargo, la historia no acaba ahí. El técnico luso aprovechó su comparecencia en zona mixta tras la victoria de su equipo en Europa League (4-0) ante el Servette suizo para rescatar esta anécdota, pero poniendo el foco en otro de sus protagonistas, Francesco D'Alessio. El canterano de la Roma debutó oficialmente con el club justo en ese partido, y para celebrarlo 'Mou' le llamó con él a la entrevista.

D'Alessio acudió a la llamada de su entrenador con cara de confusión y timidez, mientras el risueño preparador portugués daba rienda suelta a su capacidad narrativa. No en vano, el joven jugador de la Loba también estuvo aquel día presente en ese entrenamiento en el que Mourinho abrió las puertas de Trigoria a varios niños pequeños que buscaban una foto o el autógrafo de sus ídolos, como desveló el propio 'Mou'.

Ancelotti protege de nuevo a Vinícius: "Me da pena y rabia que se intente desviar el tiro, ha sido víctima de racismo"

"Antes de nada, déjame contarte una historia. Cuando, antes de que empezara el colegio, había tantos 'bambini' fuera de Trigoria gritando porque querían entrar dentro a ver el entrenamiento, Francesco me dijo: 'Cuando yo tenía 7-8-9 años también estaba fuera gritando y ningún entrenador me abrió las puertas'. Él estaba muy feliz porque yo había dejado pasar a los niños y míralo ahora, jugando en la Roma, en la Europa League, en el Olímpico, delante de 50 o 60.000 personas y con sus familia en las gradas".

Una historia por la que Mourinho se mostró muy orgulloso, y más después de hacer debutar al mismo canterano. "¿Quién estaba aquí?", le preguntó Mourinho, a lo que D'Alessio respondió: "Mi madre, mi padre y mi hermana". Después de eso, con una sonrisa de oreja a oreja, 'Mou' soltó un "yo no hablo más, es su turno, enhorabuena" y se despidió, dejando todo el protagonismo a su pupilo, cuyo futuro apunta alto bajo el ala del técnico luso.