España organizará, junto a Marruecos y Portugal, el Mundial de 2030, tal y como decidió esta misma semana el Consejo de la FIFA. El mayor evento deportivo del mundo (con 5.000 millones de espectadores) tendrá lugar en nuestro país, que en principio contará con diez sedes y acogerá la mitad de los partidos, incluyendo la final, a pesar de la intención de Marruecos de albergar el partido decisivo. 

Por segunda vez en la historia, España acogerá la Copa del Mundo. La cita mundial vuelve a territorio español por primera vez desde 1982; un éxito deportivo y de prestigio internacional que, inevitablemente, está asociado a una serie de gastos pero también de ingresos y beneficios. ¿Cuánto cuesta organizar una Copa del Mundo? ¿Cuánto gastará y qué ganará España por organizar el Mundial 2030?

Organizar un Mundial no siempre es rentable

Aunque ser sede de una Copa del Mundo es, a priori, una enorme alegría para el país anfitrión, ser el centro del mundo durante un mes conlleva una serie de gastos que suelen salirse del presupuesto. Especialmente si la candidatura requiere la construcción de nuevas infraestructuras. Según apunta La Razón, de los últimos anfitriones de la Copa del Mundo, solo Alemania (2006) y Rusia (2018) consiguieron rentabilizar sus inversiones; mientras que Sudáfrica (2010) y Brasil (2014) registraron importantes pérdidas. 

La FIFA exige en un documento una serie de condiciones para organizar un Mundial, entre ellas que el anfitrión tenga al menos siete estadios, y algunos de ellos con capacidad para albergar 80.000 espectadores, así como requisitos de seguridad e infraestructura, sostenibilidad, campos de entrenamiento, conexiones de transporte, centros de prensa y zonas para los fans, entre otros

En países que ya cuenten con estas infraestructuras, como el caso de Alemania o Rusia, los costes se reducen, lo que explicaría la rentabilidad de sus mundiales respecto a los de Sudáfrica y Brasil, que necesitaron mucha inversión. Un caso paradigmático sería el último Mundial de Qatar: el país árabe tuvo que construir estadios e infraestructuras de cero. El resultado: una inversión de 200.000 millones para llevar la Copa del Mundo a Oriente Medio, la cifra más alta de la historia por organizar un Mundial, según RTVE.

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El Gobierno prevé un gasto de 1.430 millones y un beneficio de más de 5.000 millones

En el caso de España, un país con estadios modernos e infraestructuras suficientes para albergar un evento internacional de estas características (que además compartirá con otros dos países), hacen que predomine el optimismo en la previsión de gastos. El Gobierno de España, a través del Real Decreto que regula la preparación y el desarrollo de la candidatura del Mundial 2030, estima que harán falta "una inversión global en infraestructuras deportivas de 750 millones de euros y unos gastos de organización de 683,2 millones de euros".

Un gasto total de 1.430 millones de euros (lejos de las cifras de ediciones anteriores) que sería, según las previsiones del Ejecutivo, ampliamente rentable: por cada euro invertido se generarían 4,28 euros del PIB y 1,32 euros de ingresos fiscales. Unos 5.120 millones de euros para el PIB español, 5.500 millones en materia de turismo por todo el país y la creación de más de 82.000 puestos de trabajo, según lo dispuesto en el BOE, a los que se sumaría el impacto económico del impulso al turismo y la imagen de España, así como la potencial organización de futuros eventos. 

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Unas cifras que convierten la organización de un Mundial en algo más que deporte y una oportunidad que España intentará aprovechar.