El Comité Ejecutivo de la UEFA ha tomado este martes una decisión que probablemente levante mucho revuelo por los precedentes que ha comenzado a sentar, pero que también podría contribuir a restablecer la normalidad en pleno conflicto bélico en Ucrania.
El organismo rector del fútbol europeo ha decidido que los equipos rusos de categorías inferiores, al menos los compuestos por jugadores menores de edad, sean readmitidos en sus competiciones esta temporada, aunque ha querido aportar seguridad a sus miembros confirmando la suspensión de todos los demás equipos de Rusia, tanto clubes como selecciones nacionales, hasta que finalice la invasión.
El organismo ha explicado que propondrá una solución técnica que permita la readmisión de las selecciones rusas sub-17, tanto femeninas como masculinas, en todas sus competiciones, aunque ya se hayan celebrado los sorteos de las mismas. Sin embargo, siguiendo el ejemplo de las medidas adoptadas en los últimos meses por el COI, todos los partidos de las selecciones de Rusia se jugarán fuera de territorio ruso, sin la bandera del país, el himno y la equipación de juego nacional.
La UEFA ha hecho énfasis aun así en su condena a "la guerra ilegal de Rusia", recordando a su favor que fue el primer organismo deportivo que reaccionó contra la misma y tomó medidas en febrero de 2022, cuando estalló la guerra. En aquel momento, suspendió a todos los equipos rusos de sus competiciones, eliminó eventos programados en Rusia, como la final de la Liga de Campeones en San Petersburgo y la Supercopa en Kazán, y canceló su contrato de patrocinio con Gazprom.
Ha llegado, no obstante, el momento de 'levantar la mano' según el organismo, que se ha explicado en detalle en torno a esta medida en un comunicado: "La UEFA es consciente de que los niños no deben ser castigados por acciones cuya responsabilidad recae exclusivamente en los adultos. Estamos firmemente convencidos de que el fútbol nunca debe renunciar a enviar mensajes de paz y esperanza".
"La UEFA está decidida a mantener la suspensión continuada contra los equipos rusos de adultos, que refleja su compromiso de adoptar una postura contra la violencia y la agresión, hasta que termine la guerra y se restablezca la paz. Pero al prohibir a los niños participar en nuestras competiciones, no sólo no reconocemos ni defendemos un derecho fundamental para su desarrollo integral, sino que directamente los discriminamos", ha detallado su presidente, Aleksander Ceferin.
El dirigente esloveno consideró, meses después de la reunión que mantuvo la UEFA con la Federación rusa para intentar suavizar esa suspensión, que "al darles la oportunidad de jugar y competir con sus compañeros de toda Europa", la UEFA está invirtiendo "en lo que espera que sea una generación futura más brillante y capaz y un mañana mejor".
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